Ana María Mata -Vox Pópuli- Amistades Peligrosas

Aquel abrazo, inesperado y rotundo que escenificaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias al comenzar su coalición política, queda aún en la retina de cuantos fueron testigos de tan alborozado gesto, más aún cuando no hacía tanto que Sánchez había confesado públicamente que perdería el sueño si tuviese que pactar algo semejante con Iglesias.

“Cosas veredes, amigo Sancho…”, y por supuesto que las vimos a partir de ese momento. Sin perder el sueño, Sánchez formalizó su relación con Iglesias y juntos emprendieron el camino de la legislatura.

En el momento actual la coalición ha llegado a un punto que podemos llamar de Guerra Fría entre ambos. La luz verde a los Presupuestos parecía ofrecer oxígeno para desarrollar la legislatura, sin embargo han surgido escollos que tienen más que ver con la exhibición de una coreografía que con otros debates de fondo. Ahora es la congelación o la subida del Salario mínimo Interprofesional o los planes antidesahucios los que provocan discusiones internas en el seno del Ejecutivo, y esto aflora al exterior, provocando el ambiente citado de Guerra Fría.

A pesar de ello la proyección de diferencias en la alianza formada no es ningún drama , e incluso puede formar parte de la lógica en una coalición inédita y de tal calibre. Pero a la larga desgasta a los dos socios: los socialistas se mantienen pero no logran despegar a costa de Podemos y los morados sufren por conservar su espacio, lo que les lleva a una presión escénica en aumento. El estancamiento de ambos quizá refleja lo difícil de un experimento forzado por la mutua necesidad de poder.

La coalición es en el fondo un desafío novedoso en la cultura política española. Un partido social demócrata clásico se alía con una formación nueva que nace a su izquierda como producto de los movimientos sociales tras el 15-M. Nacen pronto profundas desconfianzas y recelos que provienen del choque cultural entre socialistas y comunistas.

La Historia nos lo había demostrado con creces. En la época anterior a la Guerra Civil, y aún después de la formación del Frente Popular, ambos partidos demostraron claramente su antagonismo en una serie de luchas internas que devastaron a las llamadas izquierdas.

En la actualidad la táctica utilizada por Podemos cada vez que surgen diferencias es filtrarlas a los medios de comunicación y generar así una corriente de presión al Partido Socialista que se ve obligado a reaccionar y moverse. Esta situación es considerada  por los socialistas como desleal, mientras que Podemos cree que responde al esfuerzo que debe hacer el socio minoritario para no ser tragado por el pez grande.

Al ala liberal del partido socialista no le gusta ese giro y confía en el contrapeso de por ejemplo, Calviño y Bruselas para recuperar el control.

La llegada de la vacuna y su eficacia en el triste episodio del la Pandemia, el dinero de los fondos europeos y la esperada recuperación de la economía en 2021 son los salvavidas de Sanchez, pero eso significa un tiempo quizá largo de espera que somete a todos a una prueba de estrés y de impaciencia.

El urgente deseo de conseguir el poder de gobierno, llevó a dos candidatos opuestos a la formación de un frente progresista nuevo en estas lides dentro del panorama español.

 Las amistades en ocasiones se convierten en “dangereuses” cuando lo que las motiva y promueve es el interés personal y no el afecto y la afinidad,

Podrán seguir formando el Gobierno que tanto anhelaron, pero siempre habrá de fondo un telón de nubes negras acechándolos.

  

Ana María Mata
Historiadora y Novelista

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