“Marbella entera está de borrachera” grita el disc-jockey desde la mesa de mezcla situada en la tarima del Arroyo de la Represa. Incombustible e incansable al desaliento está pinchando desde las 20.00 horas de la tarde. Aunque pinchar no es la palabra adecuada cuando se contempla las pantallas que lo envuelven y los teclados que alfombran la mesa.
Son las 1,30 de la mañana y los jóvenes que quedan repiten como un eco el grito de guerra del pincha discos que cabalga sobre los discos como un rayo que una y otra vez recorre como molino desesperado al compás de un ritmo frenético. Es un bumerán que va y viene escalando edificios y penetrando en las ventanas cerradas, impotentes ante esta tormenta que lo inunda todo.
Aquí ha terminado la feria de noche: en esta caseta promovida por la Delegación de la Juventud. La otra caseta situada en el mercado central está reservada para la paella de la gente mayor.
La Delegación de la Juventud sigue la senda de otras delegaciones- como la de cultura- Hace meses eliminó o mejor dicho privatizó las actividades de senderismo, previo paso a la delegación de medio ambiente. Una actividad interesante de conocimiento de nuestro medio con jóvenes monitores bien preparados que han terminado mal pagados en una empresa privada. Aparte de “externalizar”, las distintas delegaciones se dedican al espectáculo que les organizan empresas privadas. Más fácil, cómodo y rentable.
En lugar de crear infraestructuras donde la juventud pueda desarrollar posibilidades creativas, culturales o lúdicas la Delegación se dedica a promover fiestas -no está mal pero no es lo único que nuestra juventud necesita. En el olvido quedó la Universidad Popular con sus talleres y cursos de formación que podrían ofrecer otras formas de ocupar el tiempo y unas oportunidades que no disponen nuestros jóvenes.
Podría también dotarnos de los equipamientos necesarios como casa de la juventud, bibliotecas, o adecuar las posibilidades de las clases que pueden ofrecer los distintos institutos de nuestra ciudad para desarrollar actividades alternativas y creativas. Aún recuerdo la creación de la casa de la juventud en San Pedro Alcántara que impulsó la primera Corporación democrática allá por el año 1982 y ahora el mismo lugar es un “totum revolutum” de centro de música, cine club y sala de exposiciones. Con una lápida que dice Centro de Cultura inaugurado por nuestra alcaldesa.
También podría recuperar, porqué no, las actividades lúdicas como eran las de conocimiento de nuestro envidiable entorno natural y cultural y no “Marbella entera está de borrachera” -A lo mejor es lo que la ciudadanía quiere, se justifican, ¡y a lo mejor es la verdad!
La borrachera-y no solo de alcohol- da una energía desbordada de saltos y gritos a los asistentes que no paran.
Los vecinos de Divina Pastora mientras tanto no saben a quien acudir. Han llamado a la policía local que ni contesta, y cuando lo hace es para justificar las fiestas patronales. Aunque la fiesta dura ya una semana. Desde sus balcones los vecinos contemplan la masa que palpita como una ameba en la Barbacana. Una ameba o, más bien, un saco de chinches. Perdón por la comparación.
Los gobernantes municipales están para compaginar intereses. Los lúdicos, los culturales y los sociales de las distintas capas de la ciudadanía. La juventud tiene el derecho de divertirse como todos pero a lo mejor es cuestión de buscar los lugares y tiempos adecuados. Y controlarlos. Aunque viendo donde está situado el recinto ferial todo es comprensible.
Pero no nos preocupemos la alcaldesa ha prometido el nuevo recinto para dentro de dos años. Supongo que allí tendrá cabida la caseta de la Juventud.
Rafael García Conde
Ex concejal