Cualquier científico ante un problema o una situación sin solución lanza una tesis que pretende explicar el porqué. El procedimiento siempre es el mismo. Unos datos contrastados o provocados en el laboratorio intentan encontrar una solución o explicación. Primero las explicaciones  de su existencia, después las soluciones. Probemos.

El problema puede ser social, histórico, económico. Da igual.

El acceso a una vivienda en alquiler o propiedad es una problemática lacerante que preocupa a una mayoría de la población y por consecuencias a todos los niveles.

Últimamente se han producido varias noticias contradictorias y sorprendentes en relación con este tema.

La Junta de Andalucía, de acuerdo con esta Corporación Municipal, está planteándose la venta de los terrenos y edificaciones de la Residencia del Tiempo Libre. Un solar de propiedad pública, junto a la playa y cercano al núcleo de población de más de 200.000 metros cuadrados que darían para resolver el problema de viviendas sociales en Marbella por bastante tiempo.

Al mismo tiempo esta Corporación Municipal va a sacar a  subasta una parcela municipal junto al Instituto Guadaiza en San Pedro Alcántara donde se podría construir 29 viviendas sociales. Redondeando los más de 28.000 metros cuadrados que ha vendido en los últimos cuatro años, más el suelo producto del 10% de Aprovechamiento Medio que deben ceder los urbanizadores darían para muchas viviendas de alquiler social.

Los responsables de ambas instituciones proclaman a todo viento su interés y preocupación por resolver el problema de las viviendas sociales al tiempo que venden solares públicos que permitirían soluciones a esta problemática.

Por otro lado Marbella cuenta con un total de más de 10.000 viviendas turísticas -el cuarto municipio en toda España- Mientras tanto esta Corporación Municipal niega su existencia y su regularización.

Esos son los hechos que se contradicen con los mensajes, promesas, intenciones que se lanzan; y yo lanzo algunas explicaciones o justificaciones o, si queremos, llamarlas tesis.

– Los gobernantes no se atreven a defender lo que realmente piensan porque no es adecuado. Y lo enmascaran con promesas que todos sabemos que no realizarán. Este es un problema particular, piensan en el fondo.

– Creen que el tiempo les hará olvidar. El tiempo es una mortaja que todo lo cubre. Al final nadie recordará nada. El problema se difuminará y resolverá solo. Y cuando lleguen las próximas elecciones ya encontraremos a algún culpable.

– A los ciudadanos eso no les preocupa y por tanto no hay que prestarle atención. Ahora parece un problema esencial, pero será por poco tiempo.

-No se enteran de lo que el político dice y ellos lo saben.

Sólo unos pocos analizan y lo entienden. Además, todos son lo mismo.

-Los ciudadanos son fáciles de engañar y los podemos entretener con espectáculos. Podemos decirle una  cosa y su contraria y se las creerán ambas. Además ¡Marbella está tan bonita!

-Todos los ciudadanos saben que nadie hace nada; y ellos tampoco. De todos es sabido que esto no es su responsabilidad sino de otras instituciones superiores sean Junta o Gobierno Central.

– Que trabajen más y que ahorren como yo lo hice, y dejen de tirar el dinero por ahí. Porque Marbella es una ciudad turística y vive del turismo. Yo también puedo.

-Si decimos que vamos a resolverlo, algunos pensarán que lo hemos hecho con poner la primera piedra. Dentro de unos meses diremos que ya lo hemos adjudicado. Piensa el responsable de turno.

– La iniciativa privada lo resolverá, seguro, poniendo más viviendas en el mercado. El mercado lo regula y soluciona todo.

-Este es un problema de unos pocos y no hay colectivos que los reúna y defiendan. Además ningún partido tiene la solución.

Estas son diez explicaciones que hacen irresoluble el problema. Habrá muchas más que se le ocurrirá al lector.

No entro a valorar la declaraciones aunque se me ocurran muchos adjetivos.

Si quiero señalar que si el porqué es fácil la solución lo es también. Aunque también que cuando no queremos encontrar soluciones encontraremos justificaciones. Porque si hay suelo, capacidad de gestión y ciudadanos dispuestos a pagar un precio justo y asequible por un alquiler o compra, nadie se explica que los poderes públicos no lo solucionen.

Lo primero es el suelo, pero ya vemos lo que se hace con el disponible.

Mientras tanto podríamos regular las viviendas turísticas.

Rafael García Conde.

Ex-concejal

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