El 22 de junio de 2022 comenzaron las obras de adaptación de la antigua sede de Urbanismo en ambulatorio en la avenida Ricardo Soriano. El Ayuntamiento iba a destinar casi dos millones de euros para completar estás obras en un plazo de ejecución de 12 meses. Posteriormente, la Junta de Andalucía se encargaría de poner el equipamiento y el personal una vez estuvieran terminadas las obras.
Nada se ha cumplido: sobrecostes y retrasos han sido la norma en la ejecución de este equipamiento sanitario. El ambulatorio debería estar funcionando desde 2023. Y los sobrecostes se han disparado hasta los 3,1 millones de euros.
Y las perspectivas no son buenas. Actualmente, operarios llevan desde mediados de marzo reparando parte de la solería exterior del centro de salud. Un enlosado que se instaló en otoño de 2024 y que ha tenido que ser cambiado de nuevo. Estos trabajos, de los que se encarga el Ayuntamiento, se han ido alargando, con diferentes parones, desde el verano pasado.
Una vez se terminen, quedará que la Junta de Andalucía haga por fin su parte y dote al centro de salud de los equipamientos médicos y mobiliario necesarios y del personal preciso para que pueda prestar servicio.
Hace casi un año, el 19 de junio de 2024, un grupo de políticos, la alcaldesa Ángeles Muñoz, la delegada del Gobierno Andaluz en Málaga, Patricia Navarro, y el delegado de Salud en Málaga de la Junta de Andalucía, Carlos Bautista, hicieron una vista a las instalaciones del ambulatorio, donde se pudo constatar que el interior del ambulatorio estaba terminado y a la espera de ser dotado de mobiliario y aparatos sanitarios. En ese momento remarcaron que las instalaciones se encontraban al 98% de estar finalizadas.
Según la alcaldesa, en ese momento, apenas quedaban unos flecos menores para dar por terminada la obra: esperaban unas cristaleras especiales y, sobre todo arreglar el complejo problema del suministro eléctrico al centro de salud, ya que la futura instalación de la maquinaria sanitaria obligó al Ayuntamiento a instalar un transformador eléctrico.
Por otro lado, todos los equipos, de rayos X, ortopanto, etc, han costado varios cientos de miles de euros que han sido pagados con Fondos Europeos. En lo que respecta al personal con el que contará el futuro centro de salud, la alcaldesa aclaró hace un año que «12 médicos de familia vendrán de Leganitos, así como 2 pediatras, ya que toda la área de influencia del nuevo ambulatorio corresponderá a lo que hasta ahora cubría Leganitos, con lo que éste quedará más desahogado». Desde el centro de salud de Albarizas también se trasladará gran parte del servicio de Fisioterapia, entre otros departamentos.
Teniendo en cuenta que el Ayuntamiento ha pagado la obra, los equipos sanitarios se costean con Fondos Europeos y el personal vendrá de otros centros de salud, el futuro ambulatorio le saldrá barato a la Junta de Andalucía. Hasta el punto de que la propia delegada del Gobierno Andaluz en Málaga, Patricia Navarro, ha reconocido «la generosidad de la alcaldesa de Marbella para costear estas obras», que son competencia de la Junta de Andalucía.
Hay que recordar que dentro de un año son las elecciones andaluzas y muchas veces las inauguraciones de equipamientos e infraestructuras se acompasan a los intereses electorales de los partidos políticos. No de los ciudadanos.