– Habrás recibido un correo -me dice con una sonrisa de compromiso después de los saludos de rigor.
– Acabo de abrir el buzón y no he recibido ninguna carta -un poco de humor nunca sobra me digo para mis adentros.
-No -su risa se hace más fluida y sincera- me refiero al correo del ordenador.
-Ahí tampoco. Porque no tengo -no me importa parecer anticuado pero es la verdad. La tablet que me regaló mi hija está por ahí.
-Entonces -se arma de paciencia con este pobre viejo- en el móvil.
-No sé – he esperado media hora que volviese de su desayuno y quiero aprovechar mi oportunidad.
-Fíjese- mueve la pantalla de su ordenador para que observe-. En esta pestaña que aparecerá en su móvil, la abre y la rellena con sus datos personales.
-¿En el móbil? No va a ser fácil con esas letras tan pequeñas y nunca sé dónde se encuentran los correos. Pero lo intento. Vale.- quiero aparecer esforzado y colaborador. Que no se diga-
-Lo imprime y va usted a la oficina de su banco y lo abona.
-Pero no tengo impresora y ¿cómo lo hago desde el móvil?- y no le digo que tampoco hay sucursal de mi banco ni de ninguno de los posibles donde abonar la matricula en mi barrio. Reducción de personal e infraestructura y aumento de beneficios. Esto se complica.
-Entonces se va usted a la agencia tributaria que está debajo del mercado municipal y lo imprime. -resopla aliviada por quitarme de en medio.
-Iré. ¿puedo hacerle una pregunta o quizás dos?
-Digame -me mira con cara de susto temiendo por donde voy a salir.
-¿Esto lo hacen ustedes para facilitar la matriculación en Arte y Cultura?
-Son las reglas que no marcamos nosotros. Lo siento- La veo un poco nerviosa y apurada pero no avergonzada. Un buen funcionario debe ser capaz de quitarse la responsabilidad de encima.
-Ah ya. La segunda pregunta y perdone si la molesto. O es -me pongo serio hasta enfadado-para hacernos sentir inútiles, incompetentes y analfabetos y de paso humillarnos.
-No. No se ponga usted así.
-Pues así nos hacen sentir. O a la mejor será para reducir personal de paso
Tras otro paseo. Me viene bien. Me siento delante del funcionario de la Agencia que parece amable y atento. Me cumplimenta el impreso que debo llevar al banco para ingresar el importe de la clase que asciende a 135 euros
-Sé la respuesta pero le hago la pregunta para que conste. ¿Cómo jubilado y con alto porcentaje de minusvalía no tengo descuento?
-Lo siento pero no – me contesta amable- porque al ser funcionario jubilado usted para este Ayuntamiento es rico y sin derecho a deducciones.
-Pues gracias-le contesto pero no puedo callarme- Usted sabe que cuando se puso en funcionamiento, hace ya mas de cuarenta años, la Universidad Popular – la actual Arte y Cultura- la matricula era gratuita con más de mil alumnos -me callo lo de ser el fundador de la UP. No quiero privilegios.
-Eran otros tiempos.
-Si. Es verdad. Otros tiempos. Y pienso: ahora dedicamos el presupuesto municipal a hacer las obras responsabilidad de la Junta de Andalucía -como los dos ambulatorios o las carreteras de Istán y Ronda….- renunciando de paso a que nos devuelvan lo invertido y no queda dinero para facilitar la cultura de nuestros ciudadanos. Con el IBI más alto de Andalucía. Pero esto no se lo digo. Sé el gesto que pondría.
Cojo mi sombrero y a la penúltima estación del vía crucis en la ventanilla del banco por el centro. Después habrá que enviar el comprobante del pago a la dirección de correos de la administración de Arte y Cultura. No sé cómo pero ya veré. Otro paseo. Facilitando la matriculación.
Peor pienso es la matriculación para los cursos de la antigua Universidad Popular en San Pedro Alcántara donde hay que ir a las seis de la mañana para hacer cola y que te den un número y volver a la once para hacer la matricula. Es de locos.
Lo dicho facilidades para hacer posible la participación en actividades culturales.
Rafael García conde
Ex concejal delegado de Cultura