Osorio presentó como prueba un decreto aprobado el día anterior, que otorga una plaza fija a una exasesora del PP, lo que, según el edil, “cierra el círculo de una ingeniería política y administrativa” que convierte en funcionarios a cargos del entorno del PP sin un proceso competitivo real.
“Todo está hecho de forma legal, con informes técnicos y de necesidad, pero completamente dirigido para que se quede una única persona, suya”, denunció Osorio. “Mientras tanto, seguimos sin personal de jardinería, sin electricistas, sin operarios… pero eso no les importa. El esfuerzo del PP va destinado a blindar a sus asesores”.
La crítica se extiende a otras áreas sensibles del Ayuntamiento, como Urbanismo, Patrimonio y Recursos Humanos, donde según OSP también se están creando plazas “ad hoc” con nombre y apellidos. “Se está diseñando un traje a medida para garantizar que, aunque el PP pierda el gobierno en 2027, el nuevo equipo se enfrente a una administración plagada de cargos agradecidos que harán todo lo posible para que nada funcione”, advirtió.
Osorio también subrayó que durante el mandato de OSP (2015-2019), ninguno de sus asesores se quedó en el Ayuntamiento tras dejar el gobierno, en contraposición con lo que está ocurriendo ahora. “Nosotros fuimos claros: estáis aquí mientras dure nuestra gestión, cuando salgamos os vais con nosotros. Esa es la honestidad que se espera de cualquier gobierno”.
Además, el concejal denunció que muchos de los asesores actuales “han estado haciendo cursillos y actuaciones para justificar su integración futura en la plantilla municipal”, mientras cientos de jóvenes opositores ven frustrado su esfuerzo y méritos por un sistema que, según OSP, favorece descaradamente a los afines al Partido Popular.
“Hoy, afiliarse al PP parece ser más rentable que estudiar oposiciones. Es una gestión sucia, clientelar, y que hipoteca el futuro de Marbella y San Pedro”, sentenció Osorio.
Este nuevo episodio no hace más que alimentar las críticas sobre el modelo de gobierno de Ángeles Muñoz, cuya gestión ha sido señalada en varias ocasiones por su falta de transparencia, favoritismo y uso partidista de las instituciones. La ciudadanía, concluye OSP, “tiene en sus manos la oportunidad de frenar estas prácticas en las próximas elecciones”.