El Ayuntamiento de Marbella ha informó hace unos meses de la puesta en marcha de un nuevo sistema de gestión “Tellycall” para la Policía Local que permite la geolocalización de aquellas zonas donde se cometan infracciones o se produzcan cualquier tipo de incidencias.
Los fondos son de la Comunidad Económica Europea.
Nadie puede oponerse a la modernización de nuestras fuerzas de orden, yo tampoco; pero toda noticia tiene su contrapunto y a ello voy.
Primero una consulta -con todas las dudas- a la gran enciclopedia de Google. El Ayuntamiento de Marbella con una población de 150.000 habitantes tiene más de 400 agentes con un sueldo bruto mensual medio de 2.332 euros en 14 pagas. La capital: Málaga, con 578.063 habitantes, tiene 898 policías locales con un salario bruto mensual medio de 1.680 euros. Ambos con complementos aparte. Os dejo las conclusiones.
No soy quien para discutir si son muchos policías; ni, por supuesto, si los sueldos son los adecuados; ni si cumplen bien o regular con las funciones encomendadas. Un tema escabroso, delicado y difícil, pero para discutirlo y resolverlo tenemos nuestros responsables municipales tanto en el gobierno como en la oposición.
Sí constato un hecho y es que yo no veo en mi paseos diarios por la ciudad dónde se encuentran tantos policías. Hago excepción de los pasos de peatones de entradas y salidas de colegios. Ahora ya ni eso por vacaciones escolares.
Pero voy a otro fleco.
La función esencial de la policía local es controlar, vigilar y hacer cumplir la normativa municipal. Ocupación de vida pública, incidencia en los barrios, ayuda a las personas necesitadas, control de la circulación tanto de coches como de personas en vías urbanas, vigilar el cumplimiento de ordenanzas municipales. En poca palabras ayudar a los ciudadanos en su vivir diario y corregir los excesos que puedan darse.
Ser lo que siempre dije: un policía de barrio o de distrito – la nueva división de la administración municipal-. Un policía cercano y asequible. Un policía que recorra el barrio en pareja, que hable con sus ciudadanos, que sea Interlocutor y asesor en su devenir diario. Estar ahí para una ayuda, un consejo, una advertencia o una recriminación.
Creo -y pienso que no soy utópico- que una mayoría de nuestros policías estarían encantados con esta función y no tanto -como realizan hoy en día- ser sustitutos de las funciones -en el ámbito de la seguridad ciudadana, y la circulación- de la policía nacional o de la guardia civil. Que si son pocos para perseguir delincuentes, delitos, policias judiciales o control de las vias extra urbanas pues que se les exija a las administraciones correspondientes su adecuación. El Ayuntamiento no está para suplir obligaciones que no le corresponda, para eso no pagamos los impuestos municipales.
Creo que con 400 policias hay suficientes para cubrir el término municipal con esa policía de barrio en dos turnos y en pareja. Pero especialistas hay mejor que yo que puedan dar respuesta a esa necesidad básica de nuestras fuerzas del orden público: Policía de barrios. Y organizarlas, por supuesto, de forma adecuada.
Rafael García Conde
Ex concejal