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Ruta Arroyo de la Ventilla, el rincón más verde de Málaga

La ruta del arroyo de la Ventilla en Arriate es una fácil y bellísima excursión que puede hacerse en familia y permite conocer uno de los rincones naturales más bonitos de la provincia de Málaga.

Encajado en el cañón que forma el mismo arroyo existe un bosque de galería espectacular, de una frondosidad exuberante, donde más de 400 especies de plantas conviven con el run run del agua que nos acompaña durante esta ruta de poco más de tres kilómetros de ida y tanto otros de vuelta.

A tener en cuenta tres datos: el primero, es primavera y la Naturaleza en este rincón de la Serranía de Ronda, como en otros lugares naturales, está en plena ebullición de vida, por lo que es el momento perfecto para hacer esta ruta. Segundo, hemos elegido iniciar esta ruta lineal desde el Puente de la Ventilla, en la carretera de Ronda a Cuevas del Becerro en vez de iniciarla en el pueblo de Arriate. Por tanto, desde Ronda hay que coger la A-367 para salirnos a la derecha justo pasado el camping Nomading Camp por un carril que nos conduce pronto al Puente de la Ventilla junto al que podemos dejar el coche. Tercero, hay dos puntos delicados en esta ruta donde el sendero está parcialmente roto y, aunque se puede transitar, conviene hacerlo con cuidado sobre todo si vamos con niños.

REPORTAJE FOTOGRÁFICO:

Dejamos el coche en este punto, junto al Puente de la Ventilla. Cruzaremos la carretera y cogeremos un carril que conduce hacia el arroyo.

Miramos atrás y vemos el imponente puente.

Pronto nos introducimos en una zona arbolada de pinos, eucaliptos y quejigos, el arroyo se intuye un poco más abajo.

Finalmente, tras pasar bajo el puente de la A-367, el sendero baja hacia una zona de chopos donde nos situaremos junto al Arroyo de la Ventilla. A partir de este momento iremos siempre muy cerca del curso de agua, inmerso en el interior del cañón que forma el cauce.

Una vez en el río comprobamos la riqueza vegetal que nos rodea y la belleza de las pequeñas pozas que forma el río.

El paisaje es de postal.

El sendero a tramos está rodeado de plantas pero se anda bien.

Pasamos junto a una calera en ruinas.

Un árbol caído más adelante nos obliga a pasar agachados. Sin mayor problema.

Punto delicado donde una tormenta afectó al sendero. Se puede pasar pero conviene hacerlo con cuidado. Más adelante hay otro punto similar donde igualmente es necesario recorrer con cuidado.

Llegamos a un primer puente. Si lo atravesamos veremos una mesa con bancos donde tomar un bocado. También podemos coger junto al merendero un camino que nos sube a un mirador desde el que tenemos buenas vistas del cañón. Si optamos por no cruzar el río por el puente, podemos continuar siguiendo el curso del río.

Pronto llegamos a otro puente, junto a un merendero. Cruzamos para acercarnos a las ruinas del Molino del Canto.

Ruinas del Molino del Canto.

A unos metros del molino, tras una curva del sendero encontramos la Cueva de las Culebras.

En este punto decidimos volver atrás. Arriate queda a unos cientos de metros y el camino ya estará más humanizado. Preferimos volver sobre nuestros pasos. Concluimos por tanto una excursión familiar que, una vez se acerque el verano, podremos combinar con algún chapuzón en las pozas que quedan muy cerca del sendero.