Por su parte, la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda ha anunciado que amplía el presupuesto, previsto inicialmente en 3,7 millones de euros, a 4,5 millones de euros, para acometer nuevas medidas de seguridad, tras detectarse riesgo de desprendimientos adicionales en la ladera afectada. Según asegura, los técnicos han concluido que es imprescindible proceder a la realización de voladuras controladas en determinados macizos rocosos inestables. Unos trabajos que estarán coordinados con la Delegación de Industria y la Subdelegación del Gobierno en Málaga, garantizando así su ejecución en condiciones de máxima seguridad.
En paralelo, las labores en el margen de Ronda continúan para la instalación de la pantalla dinámica, una infraestructura clave para proteger la carretera frente a nuevos movimientos de ladera. Por su parte, en el lado de Málaga, se va a llevar a cabo la colocación de una malla de alta resistencia, lo cual requiere reubicar una grúa de gran tonelaje para su montaje en este tramo.
Una vez se garantice la estabilidad completa del talud, se abordará la fase final de las obras con la reparación del viaducto, con el objetivo de recuperar la normalidad del tráfico con plenas garantías de seguridad en esta vía estratégica para la Serranía de Ronda.
Desde la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda siguen sin dar una fecha aproximada respecto a cuando se abrirá al tráfico la Carretera de Ronda.