Agentes de la Policía Nacional han desarticulado, en colaboración con la Policía Nacional de Colombia, una organización de traficantes que contaba, presuntamente, con una amplia red de pisos de seguridad en los que ocultaban grandes cantidades de cocaína para, posteriormente, traficar con ellas por todo el país. Se trata, a juicio de los investigadores, de la mayor red de distribución de cocaína de la capital de España. Doce personas han sido detenidas durante una operación en la que se han incautado 600 kilogramos de esta sustancia estupefaciente y que se ha llevado a cabo en las provincias de Badajoz, Guadalajara, Madrid, Marbella y Valencia. Las investigaciones comenzaron a principios del año 2020 sobre un núcleo de individuos asentados en Madrid y en la localidad malagueña de Marbella.

Al frente de la organización se encontraba un hombre de origen marroquí, narcotraficante de gran relevancia internacional, y que mantenía contactos con las organizaciones de Marruecos y Sudamérica suministradoras del estupefaciente. El modus operandi de la organización consistía en la compra de grandes plantaciones de marihuana a sus cultivadores a lo largo de toda la geografía nacional, con lo que sufragaban todos los costes que eran necesarios para posteriores operaciones de mayor envergadura, tanto de tráfico de cocaína como de hachís en grandes cantidades. Una vez que las plantaciones eran recolectadas, se entregaba el producto a la organización, que procedía a envasar la sustancia vegetal en los garajes y naves habilitados al efecto para, acto seguido, enviarla mediante paquetes de unos 20 kilogramos al centro de Europa y a Países Bajos, países donde existe una fuerte demanda de esta sustancia estupefaciente.

Las investigaciones policiales permitieron averiguar cuáles eran los inmuebles que utilizaban como pisos de seguridad. Muy pocos miembros de la organización accedían a dichos inmuebles, lo que demuestra la profesionalidad de la organización desarticulada y las medidas de seguridad que adoptaban sus integrantes. Llamó la atención de los agentes que, para los desplazamientos que realizaban en los vehículos que componían la flota de la organización, siempre iban trajeados. Este dato demuestra que una de las máximas era pasar desapercibidos y aparentar ser verdaderos empresarios por si fueran identificados o detenidos en cualquier control policial. Escondían la droga y el dinero por separado en diferentes viviendas Una vez que la cocaína había llegado a España a través de puertos como los de Valencia o Algeciras, la organización activaba una importante red de almacenamiento y distribución de la sustancia estupefaciente.

La investigación ha permitido, hasta el momento, el bloqueo de 16 inmuebles que eran propiedad de los diferentes integrantes de la organización, así como el bloqueo de numerosas cuentas. Otra de las características de esta organización era la capacidad para ejercer la violencia, motivo por el cual contaban con un arsenal de armas blancas, defensas extensibles, puños americanos, pistolas traumáticas e, incluso, una catana. Además, se han intervenido tres armas cortas, concretamente un revólver, una pistola y un arma simulada, lo que permite ver la capacidad de esta organización a la hora de garantizar la seguridad de sus actividades. Todo ese beneficio que le ha venido reportando las ilícitas actividades se ha visto reflejado en su vida diaria. Disponían de grandes lujos, como lujosas viviendas y vehículos de alta gama. De hecho, los agentes intervinieron más de 20 vehículos, uno de ellos valorado en más de 150.000 euros y otro en más de 250.000 euros.

Fruto de la investigación se logró detectar cómo varios miembros de la organización, unos días antes de ser detenidos, se prepararon para llevar a cabo un viaje a una provincia cercana a Madrid, en donde debían, presumiblemente, rescatar cierta cantidad de droga de un contenedor que habría llegado. Dos miembros del grupo, previamente aleccionados por el jefe de operaciones de esta organización, se trasladaron hasta Valencia para asaltar el contenedor, aunque, por razones de seguridad, decidieron que era mejor tratar de recuperar el mismo cuando fuera trasladado hasta una nave cercana a la capital de España. Cuando el contenedor ya se encontraba en la capital, procedieron a dar cumplimiento a las entradas y registros y a realizar las detenciones en los diferentes inmuebles de los miembros de esta organización.

Debido a la peligrosidad de los integrantes, fue necesaria la intervención del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional. Esa misma madrugada, una vez registrado el contenedor que procedía de Colombia, se logró intervenir alrededor de 208 paquetes de cocaína con un peso bruto que alcanzarían los 230 kilogramos. Esta sustancia habría sido introducida en el contenedor mediante el sistema conocido como “gancho ciego”, es decir, con el desconocimiento de las empresas que realizan el lícito comercio entre ambos países. Confirmada la existencia de la droga en el interior del contenedor, se procedió a detener a todos los restantes integrantes de la organización. Fueron arrestadas doce personas y se practicaron 15 registros de inmuebles en las ciudades de Badajoz, Guadalajara, Marbella, Madrid, Parla, Pinto y Pozuelo de Alarcón.

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