La mujer ha estado tanto tiempo alejada de todo cuanto no fuese las tareas del hogar y la maternidad, debido a los sistemas sociales imperantes, que es difícil encontrar en municipio alguno quienes fuesen capaz, o la dejasen interpretar un rol diferente a los citados.
Por citar alguna con circunstancias distintas que le permitieron destacar, escribiré el nombre de tres de ellas, muy distintas entre sí:
ELVIRA VIDAL (La Dama de El Fuerte)
Nacida en Málaga, a principios del siglo XX, en un barrio marginal, El Perchel, de familia humilde, su madre tuvo que ayudarse para sacar adelante a la familia con sus condiciones naturales para la Quiromancia y el Tarot. Gracias a los favores de un cliente amigo, Elvira asistirá al colegio La Goleta, donde recibirá instrucción religiosa y primaria. Una hermana, Estrella, era cantante de copla en un bar de Málaga.
En la consulta esotérica de su madre, Elvira se encontrará por azar con un ingeniero belga que ayudaba en la construcción del puerto. La gran belleza de la joven (ojos verdes, cuerpo delgado y pequeño,) llevará al ingeniero a cortejar a Elvira, que acaba cayendo en sus redes e iniciando una vida en común con Alberto. Tendrá dos hijos con él y vivirá una vida llena de comodidades. La diferencia de edad y los viajes de él a Bélgica, los va separando, hasta el día en que Elvira conoce a un abogado malagueño joven y de buena familia Francisco Zambrana. Se enamoran locamente y deciden casarse, motivo que hace que el ingeniero arrebate los hijos a Elvira y los lleve a Bélgica.
Su vida emprende un nuevo rumbo, hasta que un infarto masivo acaba con la vida de Francisco. Elvira se derrumba, y tras una gran depresión decide alejarse de Málaga. Llega a Marbella (donde vive una amiga de la Goleta) y compra una antigua fábrica de harina, enorme caserío, que había sido antes también fuerte de defensa árabe y en las guerras contra Napoleón.
Antes, habían adoptado un hijo que recogió de l Auxilio Social, donde entregaron los niños perdidos en la guerra. Lo llamó Paquito Zambrana Vidal.
Su vida en el enorme caserón se desarrolla entre los recuerdos del marido, ejercicios de espiritismo, para invocarle, y la necesidad de no gastar la herencia dejada por él. Comienza a alquilar habitaciones en 1945, desde Ricardo Soriano, el pionero del turismo, más tarde con La Venta y Albergues del Rodeo, hasta los ministros Girón y Solís y algunos miembros de la familia Hohenlohe.
Mujer de trajes estrambóticos, casi siempre negros y largos, altos tacones y rojos labios, significará una ruptura con las costumbres del momento y objeto de curiosidad perenne para los nativos.
Sin dinero, decide vender el caserón a un empresario de Estepa, José Luque, que lo comprará por menos de un millón de pesetas. Será el fundador del Hotel El Fuerte.
Muere en Marbella, acogida por Don Rodrigo en la residencia de ancianos de la calle del Viento. Tenía 90 años.
ELIZABETH GIEMBERHAT (Doña Lis)
Nacida en Berlín, de familia judía, su padre fue hijo de un famoso Catedrático de Botánica de la Universidad de Turinga, y botánico también él. Vive la persecución de los judíos por Adolf Hitler en su propia carne desde la infancia hasta que tienen que huir a Worscester (Inglaterra) para salvar su vida y la de su familia.
Queda traumatizada por los horrores del Holocausto, y decide hacerse enfermera para cuidar a los heridos de la II Guerra Mundial, primero en Londres en el Hospital de Saint Thomas y más tarde en el sur de Francia en la ciudad costera d Argelés-sur-Mer. Allí acude voluntaria a un hospital cercano a un Campo de Refugiados que al acabar la guerra se convertirá en campo de concentración y exterminio.
Allí conoce a varios refugiados de la Guerra Civil Española, milicianos y afines a la República que han llegado hasta allí huyendo de las bombas franquistas por el camino que desde Málaga y Almería les llevará primero a Valencia y después a la frontera francesa, hecho conocido como “La Desbandá”.
Entabla primero amistad y luego una especial relación amorosa con uno de ellos, Antonio, antiguo trabajador de la Colonia de El Ángel de Marbella, herido grave en la guerra y enfermo de tuberculosis. Cuando muere Antonio, y Lis recibe una herencia, viaja a Marbella para conocer la tierra del que fue su amor y las circunstancias que hicieron perder la guerra a los republicanos.
Compra una pequeña casa de campo en el llamado Coto Correa, y se viene a vivir aquí.
Enseña gratis idiomas a jóvenes de Marbella y cultiva un huerto, enseñando a las mujeres las ventajas de ser vegetariana.
Mientras va estudiando a través de clandestinas citas con amigos de Antonio los detalles de la célebre “Desbandá”.
Escribirá un libro junto a un alemán periodista e historiador que conocerá en Marbella, con el título “La Desbandá. La carretera de la muerte” se publica en diversos países de Europa, pero estará prohibido en España durante el régimen de Franco.
Muere en Marbella con 82 años.
MARUJA ESPADA
Nacida en Marbella. Su familia poseía campos y trabajaban en ellos. Desde joven sintió una fuerte tendencia religiosa y participó en las actividades parroquiales. Al llegar Don Rodrigo, se puso a su servicio a través de las obras sociales, como el taller del esparto y palmilla, en el que trabajaron muchas mujeres de Marbella cuya economía era muy baja. Don Rodrigo fundó el Patronato Social Virgen del Carmen, para el esparto y también creó una escuela y talleres de cerámica que dirigió Maruja Espada.
Su figura siempre con falda plisada azul y camisas blancas unida a su conocida bicicleta, con la que venía desde el campo de su familia a la Iglesia, junto a una permanente sonrisa, hizo que toda Marbella la conociera y le tuviera un gran cariño. Dirigió más tarde la Residencia de ancianos que también creó Bocanegra en la callejuela del Viento. Fue muy querida por ellos.
Murió en Marbella con 78 años.
Ana María Mata
Historiadora y Novelista
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