El gran filósofo Horacio tiene una máxima que dice: “Une a tu prudencia un gramo de locura”. Parafraseando al escritor, me atrevo a decir, por razones que más tarde explicaré: “Une a tu desencanto un gramo de esperanza”.
Los tiempos están difíciles y hay pocos motivos para el optimismo. Día tras día soportamos una atmósfera enrarecida y negruzca en la que todo incita a la depresión y el desánimo. Como un cielo encapotado se instala sobre nuestras cabezas que muy pocas veces llega a inhalar el aire puro.
Pero hay que seguir y rastrear hasta el fondo con el fin de encontrar algo que nos conduzca al menos a una leve sonrisa. Así, de ese modo, rastreando con fruición en lo cotidiano, me llegan noticias que por muy esperadas parecen ya imposibles. Es un gozo ver que son reales y podremos disfrutarla Abandonar por unas horas el desencanto. Aparcar el desánimo y exhalar un suspiro de aliento.
La primera de las noticias que alimentan mi gramo de esperanza se llama Biblioteca. ¡Por fin! Después de un largo tiempo de vacío y hostilidades la nueva Biblioteca está a punto de abrir sus puertas a cuantos en Marbella necesiten de su contenido, del cual nos hemos sentido huérfanos durante mucho tiempo y que ha dejado de constituir una promesa incumplida. Châpeau a la Delegación de Cultura porque no hay que negar una felicitación, incluso a la tan denostada Administración si las cosas se hacen al final bien y llegan a buen puerto.
La segunda nos fue dada el mismo día de la inauguración en el pueblo vecino de Estepona de un nuevo Hospital, hecho importantísimo que habla de la actividad municipal llevado al grado sumo, por las necesidades que va a cubrir y por la tenaz insistencia de la Alcaldía en llevarlo a cabo. Ángeles Muñoz, alcaldesa de Marbella nos anunció con una gran sonrisa que ya se había tramitado la Licitación para emprender la ampliación del Hospital Costa del Sol de nuestra ciudad. A pesar de que las cosas del palacio suelen ir despacio, al menos ya se ha realizado el primer trámite. A esperar cruzando los dedos que, como tantas veces anteriores, no sea una falsa noticia o se diluya por el camino.
La tercera la incluyo para dejar constancia de mis buenas intenciones, pero debo admitir que no me resulta tan fiable, dado que me llegó como rumor, pero según
dijeron de total confianza.
Me dicen que han comenzado unas obras en el Trapiche del Prado, con el objetivo de restaurar las ruinas del existente y transformarlo en Museo de Cultura. La tan nombrada residencia para ancianos, existente en el testamento de Álvarez, se haría en terrenos adjuntos pero no en el mismo Trapiche.
De ser verdad, concedería un gran alegrón a todos los que vivimos esas ruinas como algo abandonado durante mucho tiempo y que por fin tendrían resolución.
Muchas cosas me parece que son para un solo artículo. La falta de fe nos hace mirar con cierta condescendencia peyorativa la realización de todas las aquí nombradas.
Gracias a que hoy he dado riendas sueltas a mi gramo de esperanza, puedo escribir lo que leen, ya que siempre habrá lugar para el después ingrato.
Marbella no se ha dignado molestarse exageradamente por la importancia de su Patrimonio. Ha preferido los asuntos del presente antes de volver la vista atrás para tratar de salvar aquello que nos dejaron los antepasados. Las sucesivas Corporaciones Municipales han ido colocando pequeñas teselas en el mosaico de la Historia Patrimonial. Sin entrar en profundidad.
Y hemos de tener en cuenta que somos solo testigos de paso. Y que quienes vengan después nos examinarán de nuestra dejadez. Apuesto por mi gramo de esperanza.
Ana María Mata
Historiadora y Novelista
Publicaciones anteriores de Ana María Mata
El legendario tango de Gardel y La Pera me sirve hoy de cabecera con la única modificación de los veinte por esos cuarenta a los que intentaré dar sentido en las líneas siguientes. Conste que no desconozco la idea que del tiempo poseen la mayoría…
Abres un cajón de manera fortuita y aparece de golpe una foto olvidada, embellecida por el tono sepia que el tiempo depositó sobre la imagen y cuya visión te lleva obligatoriamente a recordar lo que una vieja cámara captó. En el envés, la fecha a…
Estábamos tan ajenos a lo que iba a ser nuestro inmediato futuro, que a final de los años cincuenta todavía sacábamos las sillas a la calle las noches de verano y hacíamos tertulia vecinal de una acera a la otra. Los churros los hacían Guillermo…
Siempre he pensado que en el desarrollo personal cuenta más todo lo que suma que aquello que restamos. Las aportaciones de índole diversa que vamos acumulando son signos de riqueza mientras que lo que por alguna razón no queremos asumir, acaba convertido en pérdida. Ocasiones…
En el preciso instante en el que la celinda de mi jardín comienza a florecer con la pasión de un joven voluptuoso y las azucenas emergen como blancos soldados en guardia, advierto que San Bernabé nos apremia con deseos de jolgorio y anda cercano el…
Corrían los últimos años de una década para nosotros muy particular. Abril 1950. Marbella preparaba su ajuar de debutante. Olor a liturgia recién celebrada. La canela de un arroz con leche cercano rememora a Proust en algunas papilas sensibles. Hay una ligera modorra primaveral. De…
Tengo la impresión de que Enrique Grivegnée es un personaje poco conocido de la historia de Marbella. Por eso estas líneas, fruto de un pequeño trabajo de mi época universitaria van a intentar reivindicar su memoria dando a conocer su gran relación con nuestro pueblo…
Estoy segura de que algunos de mis generosos lectores sentirá una punzada de nostalgia al ver escrito en la cabeza del artículo el nombre de tan preciosa flor. Porque para él solo puede haber una Jacaranda y es la que yo pretendo traer hoy a…
Hay un dicho bíblico muy conocido pero que solemos olvidar: A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Los que nos dedicamos a los medios, intermediarios entre el ciudadano y la Administración, tenemos la desagradable obligación de criticar…
Paseando esta semana por nuestras calles, en especial por las que para mi son más queridas y más bellas, las del Casco Antiguo, me vino a la mente la reflexión de que la mayoría de ellas tienen nombres y apellidos que corresponden a personas destacadas…