Dani García y Grupo Mosh va a darle nueva vida a uno de los edificios más icónicos de Marbella: el Aresbank. Ambas empresas dedicadas a la restauración han anunciado una alianza para crear durante 2024 un proyecto de restauración y ocio en plena Milla de Oro. El edificio, que cuenta con una superficie superior a los 2.000 metros cuadrados repartidos entre un estacionamiento subterráneo, un jardín exterior y una planta principal, se encuentra en estado de abandono desde hace 20 años.

El Grupo Dani García cuenta con restaurantes repartidos por Marbella, España y el resto del mundo. Está en pleno proceso de expansión. Una parte esencial de ello es mérito de los dos hermanos que están detrás del chef marbellí, los hermanos Javier y Laura Gutiérrez.

Por su parte, Grupo Mosh también es una empresa local dedicada a la restauración y volcada en que sus clientes vivan un experiencia única de ocio donde se mezcla la gastronomía, la música, la ambientación y la decoración.

ARESBANK: UN EDIFICIO SINGULAR

El Aresbank fue construido en los años 80 por el Estudio Oliver en el apogeo del turismo árabe en Marbella. Es muy apropiada la descripción que de este edificio hizo hace dos años en el grupo de Facebook Historia de Marbella el doctor en Historia del Arte, Francisco Moreno, “es la arquitectura expresiva del poder del dinero que transmite seguridad por la monumentalidad de los grandes cubos que componen el edificio que de forma escalonada acentúan el carácter de horizontalidad. La estabilidad de un banco se apoya en sólidos pilares que con firmeza defienden el dinero del cliente; los pilares pareados rematados en forma triangular que se disponen delante de los grandes vanos de rejería son expresión de invulnerabilidad y de privacidad que aísla el interior del exterior. Este aislamiento debe cumplir, a su vez, los parámetros de atracción/persuasión característicos de la arquitectura turística”.

“La persuasión se nota a primera vista por todos los rasgos estructurales lo que le da un aspecto frío y poco atractivo para el inversor. La solución dada para atenuar esta contundencia ha sido la de revestir con decoración, de forma simple pero efectiva, las partes del edificio que ofrecían mayor rigidez: la entrada se dispone en un gran arco túmido que sobresale de la fachada y por tanto rompe la simetría, que a su vez indica, de forma fácilmente reconocible, su carácter árabe. Además la decoración de la rejería de los vanos y la de la balconada de ladrillo calado dan vistosidad y provocan una sensación de mayor plasticidad acentuada por la cornisa que se aleja de la horizontalidad del resto del edificio. En el interior el remate piramidal acristalado del centro del bloque da luz directa y ambiente humano”.

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