La historia ha reservado para la primera Copa Solheim celebrada en España y a Carlota Ciganda el mejor guión posible jamás soñado, un empate a 14 puntos que se considera una victoria de Europa -el ganador de la edición anterior conserva el trofeo– y una actuación soberbia que sitúa a Carlota Ciganda como referente indiscutible del golf femenino español, europeo y mundial.

No en vano, lo que estaba en juego, además del triunfo mismo, era el surgimiento de una historia colectiva y otra individual íntimamente relacionadas. Por un lado, Europa aspiraba a su tercera victoria consecutiva, una serie de victorias nunca antes logradas por los europeos. Por otro lado, Carlota Ciganda soñaba con superar con éxito el reto supremo de ganarlo todo en España tras conquistar todos los títulos en los torneos amateurs y profesionales más importantes que se celebran en nuestro país.

Ambas aspiraciones pasarán ahora a los anales de la historia del golf femenino profesional y en la historia personal de Carlota Ciganda que, con 4 puntos, se distinguió como la jugadora más productiva de esta edición de la Solheim Cup 2023, que concluyó con la sentimiento general de haber cumplido con su deber.

Una buena organización; una presencia pública masiva; un ambiente animado y saludable en las gradas; Un juego de igualdad y emoción son las sólidas bases de un legado que se extenderá con palpable actividad durante los próximos años por toda Andalucía, a lo largo y ancho de España.

Las múltiples e interesantes facetas involucradas en la celebración de la Solheim Cup 2023 estuvieron a la altura de las expectativas, pero sucumbieron, como debía, a un apasionante desarrollo deportivo que ha mantenido en vilo a los aficionados de todo el mundo durante tres días de intensas emociones. .

Con estas premisas y con doce partidos individuales en juego comenzaba una última jornada para el recuerdo. Los puntos donde sucedieron hechos noticiables se multiplicaron hasta el infinito; las acciones que poco a poco iban adquiriendo el calificativo de decisivas se reproducían como esporas; las alternativas en el marcador proliferaban a cada segundo.

Sólo el curso de los agujeros fue capaz de dictar sentencias reales. Sucedió en los primeros partidos, cuando Estados Unidos anotó sus primeros puntos gracias a Megan Khang y Danielle Kang, bien neutralizadas por las buenas actuaciones de Leona Maguire y Anna Nordqvist.

Y también ocurrió en los partidos intermedios, que acabaron en empate en los que disputaron las europeas Georgia Hall y Georgia Dryburgh, en ambos casos con la sensación de que se podrían haber ganado de no ser por algunos putts defectuosos en los momentos decisivos.

Las manos temblaban, los palos ardían, las bolas resbalaban… la tensión era palpable en una atmósfera cada vez más densa en busca de una solución al enigma. Los partidos protagonizados por la sueca Madelene Sangstrom y la francesa Celine Boutier terminaron en el cuadro americano de los hoyos 15 y 17, ventaja minimizada gracias al acierto de una inmensa Caroline Hedwall que, en unos inspirados últimos hoyos, ofreció su punto a Europa, celebró. con furia, cogidos del brazo en señal de reconocimiento y alegría.

El Rey Felipe VI junto a las jugadoras celebrando la victoria de Europa.

Al borde del precipicio, con 12-13 a favor de Estados Unidos y con sólo tres partidos restantes en acción, todas las miradas se congelaron en el mismo punto, en los enfrentamientos protagonizados por Maja Stark, Emily Pedersen y, por supuesto, la La irreductible Carlota Ciganda.

La danesa Pedersen, en el partido final, poco pudo hacer ante el empuje de la experimentada Lexi Thompson, mientras que la sueca Stark respondió con acierto al reto de sumar un punto más con connotaciones decisivas para el equipo europeo, que necesitaba de todas formas uno más para empatar el marcador a 14 y retener el título.

Y allí estaba ella, como en tantas otras ocasiones, Carlota Ciganda, la jugadora que gracias a su trabajo y talento ha tenido la oportunidad de escribir de su puño y letra parte de la historia personal y colectiva del golf femenino español y europeo. .

La jugadora navarra lo dio todo, lo dio todo, ofreció lo mejor de sí misma para responder con éxito a cada una de las afrentas de Nelly Korda, número 2 del Ranking Mundial.

Nada, sin embargo, detuvo a Carlota Ciganda, ni las mejores propuestas de Korda ni la presión que supone saber que el triunfo de Europa está en tus manos. El putt en el hoyo 16 y el golpe de salida en el hoyo 17, que dejaron la bola a un centímetro de la bandera, constituyeron finalmente la gestación de esta historia colectiva y de esta historia personal que han unido los destinos de la Solheim Cup y de Carlota Ciganda a construye la mejor historia jamás soñada.

ENTREVISTA Calota Ciganda: “Sólo me falta ganar un Grand Slam”.

La navarra, que lo ha conseguido todo en nuestro país, incluida esta Solheim Cup, ya piensa en su próximo objetivo: “Aquí lo he ganado todo, pero me falta un Major, sólo me falta ganar un torneo de Grand Slam”, dijo Carlota Ciganda pocos minutos después de embocar el putt decisivo para empatar y revalidar así el título de la Copa Solheim que ha acabado en Finca Cortesín. Con su victoria sobre Nelly Korda, la española cerró una semana de ensueño. “Nunca lo olvidaré en mi vida”, repitió.

Con la ropa empapada de champán y una sonrisa indiscutible en su rostro en el green del 17 tras realizar aquel putt, Carlota Ciganda acudió al Media Center de Finca Cortesín acompañada del resto de sus compañeras y de la capitana, Suzann Pettersen, que dio voz al pensamiento del equipo: “Es un sueño hecho realidad”.

La gran protagonista de la comparecencia fue, por supuesto, la jugadora navarra, que recordó a todos los que la rodean en el día a día, “toda esa gente que está detrás del equipo y que aquí no aparece. Recordé a las personas que amo, las personas que me ayudan, como mi familia y mi entrenador, las personas que me ayudan a ser quien soy hoy. Les agradezco todo lo que hacen por mí”, dijo emocionada.

Sobre cómo ha ido la semana, Carlota destacó la importancia de haberse levantado “desde el viernes por la mañana, que fue muy duro. Estoy muy feliz porque hemos salido juntos de una situación muy complicada. Estamos todos muy felices. A mis compañeras les gusta mucho España, todo ha sido perfecto, el campus, el hotel, el clima….. Es una semana que ni mis compañeras ni yo olvidaremos jamás”, añadió.

“No recuerdo muy bien qué pasó después del putt del día 17”.

Uno de los temas más sonados ha sido su reacción de euforia tras el putt del día 17. “No recuerdo mucho ni lo que hice, creo que hice el putt y abracé a Álvaro, mi caddie. Fue muy reñido y, sinceramente, no recuerdo muy bien qué pasó en esos momentos, tengo flashes”, confesó.

Además, Carlota recordó que le “motiva más” jugar en equipo que en solitario. “Estamos acostumbrados a jugar individualmente y hacerlo con estos compañeros es más motivador. Y hacerlo en España, aún más. Quería disfrutar de cada momento, del primer hoyo, de todo… No podré olvidar todo lo que ha pasado esta semana”, afirmó la española, que también reconoció que la capitana noruega es su ídolo.

Fue Suzann Pettersen quien le dijo que su punto era el decisivo. “Ella me dijo que habíamos empatado y que con mi punto era suficiente. Me hacía mucha ilusión que fuera mi juego, pero el esfuerzo es de todo el equipo”, concluyó el gran golfista de Ulzama.

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