Han ayudado silenciosamente a miles de personas en la Costa del Sol desde que la pandemia se cebó socialmente con los más débiles a partir de marzo. Paul y Gema Carr son el alma de Collective Calling, una ONG con sede local que ha dado asistencia básica de alimentos a personas desfavorecidas desde Estepona a Marbella.  En lo más crudo del confinamiento muchas personas particulares y organizaciones se volcaron en garantizar que a nadie le faltara un plato de comida todos los días. Collective Calling, a través de más de 60 voluntarios, fue uno de ellos, llevando alimentos puerta a puerta a quienes más lo necesitaban.

“Calculamos que hemos repartido más de 1.200 paquetes de alimentos (y pañales si es el caso) para 1.200 familias porque entendimos que en el ADN de Collective Calling está el ayudar a quien más lo necesita”, explica el fundador de esta ONG Paul Carr.

Atendiendo a personas con necesidades por el impacto social de la pandemia.

Su furgoneta sigue recorriendo la Costa del Sol los martes, los jueves y los sábados, repartiendo cientos de paquetes de comida fresca y en conserva a aquellas personas que realmente lo necesitan, para lo cual les realizan un cuestionario con objeto de analizar su situación real y poder incluirlos en el programa de asistencia alimentaria de esta ONG.

Originalmente Collective Calling nació hace 4 años cuando Paul y Gema Carr se desplazaron a Grecia debido a la crisis de los refugiados del Tercer Mundo que llegaban a las costas helenas. Buscando el origen de los problemas que conducía a tanta gente a Europa se desplazaron a Tanzania, donde pronto se volcaron en ayudar a los niños huérfanos de la calle para darles un futuro. El matrimonio Carr creó hace un año el Centro de la Esperanza, una casa de rescate de transición para niños de la calle donde, hasta el momento, han rescatado con éxito a 16 niños, 4 de los cuales son niñas que fueron sacadas directamente de la prostitución infantil. 

El equipo de Collective Calling en su centro de Tanzania.

“Pero nosotros vivimos en España y también vimos que había muchas necesidades asistenciales, así que pusimos en marcha un programa para ayudar a personas sin techo en Málaga capital. Hasta que empezó la pandemia estábamos atendiendo a unos 30 o 40 personas, dándoles comida y consuelo espiritual”, comenta Paul Carr.

Todo cambió con la pandemia. Collective Calling consiguió el compromiso de varios supermercados Aldi, que dona comida fresca dos veces a la semana y también de la tienda Iceland de Puerto Banús. También reciben donaciones de personas particulares. Con todo ello están al límite de su capacidad asistiendo a 120 familias (unas 500 personas) al mes.

“Necesitamos ayuda, financiación, voluntarios y un lugar donde atender a tantas personas necesitadas. Intentamos sin éxito que el Ayuntamiento nos cediera un local o un sala para poder distribuir la comida, porque actualmente estamos atendiendo al aire libre, en aparcamientos y no es digno para las personas que atendemos. Aún así, esperamos que nos puedan ceder un sitio en San Pedro”, pide el fundador de Collective Calling, que aclara que cualquier persona que necesite la asistencia de la ONG sólo tiene que llamar al teléfono 612 55 35 18 o mandar un correo electrónico a info@collectivecalling.org.

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