La movilidad dentro del municipio es una de nuestras grandes asignaturas pendientes. La falta de aparcamientos, el abuso en el uso del coche, la necesidad de potenciar el empleo de la bicicleta y el patinete eléctrico o la necesidad de más autobuses para reducir los tiempos de espera del servicio de transporte urbano son algunos de los retos que debe solucionar el Ayuntamiento para potenciar una Marbella más accesible y sostenible.

El Ayuntamiento cuenta con un Plan de Movilidad Urbana aprobado en 2015. Pero considera que ya está desfasado y necesita adaptarse al futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Por eso, la alcaldesa Ángeles Muñoz ha anunciado que se va a crear un nuevo documento “que debe atender a todos los modos de desplazamiento, analizando los condicionantes urbanísticos, económicos, culturales y sociales que generan o demandan modalidades de traslados para dar una respuesta global a las necesidades de nuestros vecinos por medio de políticas de proximidad, accesibilidad, habitabilidad, sostenibilidad e innovación”.

Los principales objetivos que se ha marcado el Ayuntamiento a la hora de diseñar el futuro documento y que pasan por la redefinición de una nueva jerarquización y estructura del sistema viario de la ciudad; el impulso del sistema de aparcamiento para hacerlo más compatible con los principios de intermodalidad y accesibilidad urbana; el establecimiento de un modelo que fomente la eficiencia energética, ambiental y económica del transporte colectivo frente al vehículo privado, y la potenciación y mejora del transporte público urbano, aspecto en el que el Ayuntamiento está dando grandes pasos como la implantación de la Tarjeta Municipal de Movilidad, que permite ya viaja gratis a más de 65.000 vecinos empadronados en Marbella y que constituye una clara apuesta por la sostenibilidad. Entre los fines del nuevo plan se encuentran también la adopción de medidas de calmado de tráfico; la estructuración de una red eficaz de ejes peatonales y ciclistas; la reserva y planificación de áreas y centros para la logística y la distribución urbana de mercancías; la mejora de la habitabilidad y la accesibilidad urbanas, y el impulso de innovación en todo el proceso.

“Una de las intenciones que queremos que se refleje en el Plan de Movilidad y que está relacionado con la redacción del PGOU, es la creación de 25 áreas centrales de Marbella, en la que cada una cuente con zonas comerciales, de aparcamientos, áreas verdes y de servicios que permitan a sus vecinos estar en su entorno diario sin tener que utilizar el coche”, ha destacado Muñoz.

PROPUESTAS DE MARBELLA ACTIVA

Desde la asociación Marbella Activa han hecho una valoración crítica sobre lo anunciado por la alcaldesa. “El futuro documento debe tener en cuenta las conexiones del municipio con el entorno que nos rodea, tanto hacia Málaga capital como hacia Estepona, lugares desde donde acuden a Marbella muchos trabajadores todas las mañanas provocando retenciones (un poco menos ahora debido a la pandemia)” señala el experto en movilidad Arturo Reque.

Este arquitecto explica que cualquier Plan de Movilidad debe tener en cuenta la particular distribución de la ciudad “en peine, con la A-7 vertebrando el territorio y numerosas urbanizaciones que no están conectadas entre sí si no es por la A-7”. Reque considera que una vía transversal que conectara todas esas urbanizaciones sería una solución a este problema, “es una reclamación histórica que evitaría tantas salidas a la A-7”.

Respecto a los aparcamientos, “son una necesidad porque no hay suficientes. Estamos colapsados y, por tanto, habría que incidir en aparcamientos periféricos en zonas como el Arco, el Palacio de Congresos  y las afueras de San Pedro y potenciar el dejar el coche más alejado para acercarse al centro urbano en microbuses, patinetes eléctricos, bicicleta, etc.”. Para Reque, esta medida podría enfocarse a los turistas, “hay muchas ciudades europeas donde no puedes acceder al centro, así que dejas el coche en las afueras y llegas al casco urbano en transporte público”.

Desde Marbella Activa apuestan por seguir peatonalizando calles, con el objetivo de hacer la ciudad más atractiva para los peatones. Por último, consideran que lo mejor para la movilidad es que el Ayuntamiento permita el máximo de participación por parte de particulares y colectivos a la hora de hacer un diseño lógico y estratégico del Plan de Movilidad Urbana.

PASOS FUTUROS

En cuanto a los próximos pasos para la redacción del plan definitivo, tras la aprobación en Junta de Gobierno Local de la actualización, se llevará a cabo una fase interna de nuestra movilidad para, posteriormente, realizar un informe diagnóstico de la misma. Después se desarrollará una fase en la que se apostará por un proceso muy participativo, no solo desde el terreno político, sino también desde el ciudadano, con la puesta en marcha de grupos de debates y mesas de trabajo por ámbitos, foros sectoriales y territoriales.

En un siguiente escalón, tras el proceso de participación, la delegación de Tráfico elaborará un anteproyecto del plan a través de una oficina técnica, y se pasará nuevamente por la Junta de Gobierno Local para ser sometido a información pública por un periodo no inferior a un mes. Por último, se recabarán los informes preceptivos y concluidos los trámites será remitido de nuevo al órgano del Ejecutivo municipal para su visto bueno definitivo.

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