La desembocadura del Río Guadaiza se impregna cada cierto tiempo de un olor nauseabundo que  ahuyenta del paseo marítimo a sampedreños y turistas mientras sus aguas se tintan de blanco. Esto lleva pasando años, sin que se haya puesto solución a este problema medioambiental en un río catalogado por la Unión Europea como Zona de Especial Conservación (ZEC).

La supuesta culpable de que los olores se expandan por la desembocadura del río la tiene una tubería de pluviales que da al cauce justo debajo del puente-vado que hay en la desembocadura del río junto al paseo marítimo sampedreño. La responsabilidad del mantenimiento y buen funcionamiento del alcantarillado en este punto la tiene Hidralia, que es quien debe investigar cuando hay una fuga de aguas fecales en una tubería de pluviales, como apuntan algunos testigos.

El tramo final del río se vuelve blanquecino periódicamente.

 “Casi todas las mañanas paso por el río y, cuando hay vertido, la peste que hay es increíble y todo sale de la tubería que hay junto al puente en la ribera Este. La ironía son los chalets de lujo que están construyendo muy cerca y lo están haciendo al lado de un sitio donde hay vertidos como este”, denuncia una vecina que suele frecuentar la zona.

Sobre este asunto abunda un trabajador de un edificio aledaño al cauce que ha explicado a este medio que “es una auténtica vergüenza porque esto lleva pasando desde hace varios años, se genera un olor insoportable que dura muchos días y sin que hayan podido darle solución”.

La tubería de pluviales sobre la que algunos testigos dicen que vierte aguas sucias al río.

El teniente de alcalde de San Pedro, Javier García, ha asegurado que sigue muy de cerca este asunto que afecta negativamente al olfato de tantas personas. “Hemos requerido a Hidralia que encuentre el problema y lo resuelva. Sabemos que han estado investigando qué finca podría ser la responsable del supuesto vertido y una de las cosas que nos han dicho es que el vertido podría provenir de la limpieza de alguna piscina”, explica García.

El anterior teniente de alcalde de San Pedro, Rafael Piña, ha puntualizado al respecto que ya en 2015, cuando ocupó el cargo, “mantuvimos una reunión con Hidralia y nos comentaron que era un problema que llevaba tiempo ocurriendo. Habían metido las cámaras por la tubería, echado colorantes para ver por donde salía y buscado por todos lados para descubrir la supuesta obra que había enganchado el saneamiento de fecales en la tubería de pluviales. No lo encontraron en el tiempo que yo estuve de teniente de alcalde”.

“Hay vecinos y negocios que han conectado los saneamientos a red de pluviales y ésta directamente al cauce y es un problema que se remonta, por lo menos, a 2015”, denuncian desde Ecologistas en Acción, que han querido recordar que en la desembocadura del Río Guadaiza es frecuente que haya nutrias alimentándose e, incluso, pasando de este cauce al Río Verde por la playa, ya que es un animal capaz de desplazarse grandes distancias, bajando desde la sierra hasta el mar.

La escurridizas nutrias suelen frecuentar este paraje protegido por la Unión Europea.

Este periódico ha intentado sin éxito recabar una versión oficial de Hidralia sobre los supuestos vertidos al Guadaiza. Sin embargo, fuentes anónimas de esta empresa que gestiona el alcantarillado municipal han asegurado a este medio que “estamos seguros de que el motivo de los olores y el color blancuzco del agua es totalmente natural. Siempre pasa en los meses de junio o julio, cuando por la falta de agua se cierra la desembocadura del río, con lo cual el agua se estanca y empiezan los procesos de descomposición que provocan esa peste”. Esta misma fuente puntualiza que, en cuanto avisan al Ayuntamiento para que una excavadora abra la desembocadura y entre el agua del mar, desaparecen los olores al poco tiempo. “Nosotros hemos analizado esa agua estancada y no tiene elementos químicos o fecales fuera de los normales. La prueba es que no hay patos o peces muertos cuando surge el supuesto vertido”, señala.

El origen del olor nauseabundo de la desembocadura del Guadaiza no ha sido oficialmente detectado. Ya sea provocado por las fecales de una finca privada, por el agua de piscinas vaciadas al río o por los procesos naturales de la sequía en verano, sigue sin tener solución. De lo que no hay duda es de que la peste volverá y la padecerán los vecinos de esta zona, los paseantes del paseo marítimo y las nutrias.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies