El cigarrillo electrónico o vaporizador se ha puesto de moda con gran fuerza en nuestra sociedad bajo la falsa creencia de que el “vapeo” es más saludable que el tabaco. La venta de estos dispositivos se ha disparado y de cara a estas navidades se postula como uno de los regalos estrella.

Sin embargo, los expertos desaconsejan este hábito y advierten del potencial daño del vapeo a los pulmones. “El pulmón está preparado para respirar aire puro y para propiciar que el oxígeno del exterior sea conducido hacia el interior del organismo para que se puedan realizar las funciones metabólicas y las funciones vitales. Partiendo de esta base, cualquier sustancia que no sea aire puro es perjudicial”, sentencia el doctor José María Ignacio, Jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Marbella y del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar.

El éxito del vapeo se basa en su poder de atracción ante un segmento de población que reniega del tabaco por su toxicidad y considera mejor alternativa los cigarrillos electrónicos debido a su composición aparentemente natural. “Desde el punto de vista médico, estamos totalmente desaconsejando este tipo de productos ya que para su producción se utilizan otros muchos cientos de sustancias químicas que podrían ser más nocivas para la salud”, explica el experto.

En este sentido, el neumólogo pone el foco en los primeros casos vinculados al váper diagnosticados por la comunidad científica. “Ahora que han pasado más de diez años desde la aparición de esta moda ya se están reportando los primeros informes médicos que describen un importante número de pacientes que desarrollan incluso patologías más graves que la producida por el mismo tabaco”.

El especialista lanza una advertencia específica a los afectados de asma debido al peligroso efecto de los cigarrillos electrónicos en su sistema respiratorio: “el vapeo produce el cierre del bronquio. Muchos de estos pacientes con patología respiratoria van a provocar un agravamiento de esta enfermedad como consecuencia directa de la inhalación de vapor”.

Según las estadísticas que manejan los expertos, un porcentaje muy alto de fumadores cambia el consumo de tabaco por el vapeo con la intención de disminuir el consumo y deshabituarse de fumar. La realidad es que en la mayoría de los casos se produce una disminución inicial del tabaco pero, a largo plazo, no logran el objetivo de erradicar el consumo o cambian su dependencia al váper.

En opinión del experto la relación tóxica sigue existiendo en la medida en que “sigue siendo una toxicomanía”. El especialista apela a la sensibilización por la adopción de hábitos de vida saludables sin la necesidad de recurrir a este tipo de productos. Para ello, es fundamental la labor desarrollada con pacientes desde áreas especializadas como es el caso de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Quirónsalud Marbella y Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar.

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