La foto que encabece este artículo ilustra perfectamente cómo está el embalse de la Concepción actualmente y cómo estaba el invierno pasado. La sequía lo ha dejado casi seco.

El 30 de octubre pasado la Junta de Andalucía impuso medidas de reducción de consumo para tratar de ahorrar como mínimo el 20% en la Costa del Sol Occidental en el marco del decreto de sequía. No se ha conseguido aproximarse a esa cifra. Por tanto, casi con toda seguridad si no llueve, a principios del 2024, Marbella, y toda la Costa del Sol, se enfrentarán a restricciones en el uso del agua como no se han visto desde la sequía de 1994/95.

Puede que llueva en unos días o en unas semanas y nada de lo que se relata en este reportaje importará. Pero si no es así, si no llueve lo suficiente, podemos tener un problema de los grandes: la Diputación de Málaga asegura que la sequía puede llegar a reducir el PIB malagueño hasta en un 40%. Eso son muchos millones de euros y muchos puestos de trabajo. Una ciudad que vive del turismo y el urbanismo no puede tener el grifo seco en casa, los restaurantes sin agua corriente y las piscinas vacías.

En este artículo vamos a recordar las infraestructuras esenciales de las que dispone, o debería disponer, la Costa del Sol para paliar la sequia y qué se puede hacer en el futuro inmediato y a largo plazo: hay que conocer qué infraestructuras hídricas tenemos y cuáles deberíamos tener.

DESALADORA DE MARBELLA

Cuando está a plena capacidad la desaladora de Marbella contribuye con 440 litros por segundo. Si tenemos en cuenta que la Costa del Sol requiere en temporada estival hasta 3.500 litros por segundo, apenas cumple con el 10% de las necesidades hídricas de la comarca costasoleña.

 Hace unas semanas la Junta de Andalucía anunció el inicio de unas obras que duplicarán la capacidad de la desaladora, que pasará de aportar 6 hectómetros cúbicos a unos 12 hectómetros. Se espera que podrá llevar a este nivel de aporte hídrico para el verano de 2024. Hasta entonces su capacidad es la que es: una fuente complementaria de recurso de la principal infraestructura con la que contamos para combatir la sequía, el embalse de La Concepción.

La desaladora está funcionando a menos de un tercio de su capacidad teórica.

De hecho, la capacidad de la desaladora debería ser de 20 hectómetros cúbicos al año, para esa capacidad fue diseñada cuando entró en funcionamiento. ¿Qué ha ocurrido para que la capacidad haya bajado hasta los 6 hm3/ año actuales? Según uno de los mayores expertos conocedores de la situación hídrica en la Costa del Sol, la explicación es simple: “que la capacidad de la desaladora sea tan baja se debe, entre otros aspectos, al hecho de que las membranas de los 8 bastidores hayan quedado obsoletas. Sólo hay 2 que se hayan renovado. En definitiva, la actuación de emergencia pretende revitalizar la producción de 6 a 12 hm3, cuando lo teóricamente previsto en el año 2005 eran 20 hm3″.

Por otro lado, según anunció el Presidente de la Junta de Andalucía, se va a poner una desaladora portátil en Marbella, presumiblemente en la propia planta. Queda por saber qué capacidad tendrá esa desaladora portátil.

EMBALSE DE LA CONCEPCIÓN. UN RECRECIMIENTO QUE NUNCA LLEGA

El agua del embalse de la Concepción ya baja de los 14 hectómetros. Esta cantidad supone una reserva para unos 4 meses si no hubiera restricciones. Como las restricciones ya han empezado, e irán a más si la sequía persiste, la reserva actual puede extenderse hasta finales de primavera. Después, el escenario es incierto.

Un experto de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, ha explicado a este periódico que, “si se repitiera un año hidrológico como el de 1994-95, las restricciones irían en aumento y podría llegarse hasta el 50% a principios de verano. Habría que ver la posibilidad, de persistir la sequía, a principio de la primavera, del transporte de agua en barcos de gran capacidad  a las instalaciones portuarias de Málaga, y de ahí parte a la Costa del Sol, aunque no está clara la procedencia del agua porque toda la zona mediterránea española sufre escasez”. De hecho, la Junta ya está trabajando para adaptar el puerto de Málaga al uso de estos barcos que transportan agua.

Recrecer el embalse de la Concepción es más necesario que el tan prometido tren litoral. Y ambos son proyectos que acumulan promesas políticas rotas hasta lo absurdo. El recrecimiento de la presa del Río Verde, que triplicaría su capacidad, lleva décadas de retraso. Básicamente, el proyecto contempla  construir un nuevo muro unos cientos de metros más abajo de la actual presa, pero con una altura de 32 metros por encima del embalse que tenemos ahora. Con lo que se triplicará su capacidad hasta los 180 hectómetros cúbicos. Se necesitarán 3 millones y medio de toneladas de hormigón  para hacerlo realidad y la parte alta de la futura presa, la coronación, medirá 760 metros de largo frente a los 255 actuales. El coste del embalse, según el anteproyecto, será de 325 millones de euros.

Imagen de archivo de cuando el embalse de la Concepción estaba tan lleno que tenía que abrir sus compuertas y tirar agua al mar.

La actual presa de la Concepción se empezó a construir en 1966, tras dos años de proyectos y licitación, y entró en servicio en 1970. Todo un récord. El actual proyecto de recrecimiento lleva varado en la maraña burocrática tejida por la Junta de Andalucía y Gobierno Central siete años, desde 2016. Y ahí sigue. Hay dos problemas principales con el proyecto: dudas de tipo geotécnico que planteó el Gobierno Central sobre los parámetros de la cimentación de la nueva presa. Y serios problemas de tipo mediombiental al ser necesario abrir una cantera en Sierra Blanca, que es zona protegida, concretamente al norte de donde se celebra el Festival Starlite y poco más abajo de la antigua cantera, que ya fue restaurada.

TUNEL QUE CONECTE EL RÍO GENAL CON EL RÍO VERDE

Este proyecto propone construir una pequeña presa en la cabecera del río Genal que conecte mediante una tubería de 22 kilómetros con la cuenca del río Verde. Está igualmente varado en la maraña burocrática. Según aclara la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, este proyecto fue declarado de Interés General pero no figura entre las previsiones de la Administración General del Estado para su ejecución en el horizonte 2022-2027, motivo por el cual no ha sido incorporada en el Programa de Medidas del Plan Hidrológico. De hecho, la construcción del túnel que conecte el Genal con el río Verde debe ser secuencial: primero se debe recrecer la Concepción y luego hacerse el túnel.

Según el experto consultado por este periódico, el túnel “sólo tendrá sentido si va ligado a la existencia de un mayor embalse derivado de un recrecimiento de la presa actual, porque habría que almacenar los caudales que pudieran transferirse. Además, este túnel llevaría consigo la ejecución de una pequeña presa de derivación de caudales en el río Genal, que sería fuertemente contestada medioambientalmente al ser una zona protegida”.

LOS EMBALSES DECIMONONICOS, UN RECURSO POR APROVECHAR

La Costa del Sol, sobre todo Marbella, cuenta con varios embalses centenarios que originariamente se crearon para dotar de agua a los cultivos de las Colonias de San Pedro y El Ángel. Son los de Las Medranas, Lago de las Tortugas, Salto del Agua, Viejo del Ángel y presa de la Leche.

El experto de la Consejería consultado por el este periódico considera que estos embalses, “tienen capacidades muy pequeñas y habría que tratar el agua. Eso sí, pueden y deberían emplearse para captar agua, en esta situación de restricciones, para riego de jardines públicos y privados”. Entre todos tienen cientos de miles de metros cúbicos.

Lago de las Tortugas.

Independientemente de que llueva o no, Marbella y toda la Costa del Sol depende principalmente de un embalse demasiado pequeño, el de la Concepción, para cubrir las necesidades del modelo turístico y urbanístico masivo en el que se basa nuestra riqueza. Las Administraciones actúan ahora cuando deberían haberlo hecho hace años, o décadas. Nuestros gestores deben afrontar el recrecimiento de la Concepción y garantizar una desaladora que funcione a pleno rendimiento y no a un tercio de su capacidad. Las consecuencias de la inacción que han tenido todos estos años, desde 1995, podríamos tener que pagarlas todos los ciudadanos si sigue sin llover.

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