Esta ruta recorre el espectacular cañón que ha formado el río Guadiaro entre la estación de Benaoján y la estación de Jimera de Líbar. En total son algo más de 9 kilómetros de recorrido por un sendero increíble que acompaña al río todo el tiempo sumergidos en un denso bosque de encinas, quejigos y alcornoques. Al ser una ruta lineal debemos tener en cuenta el horario de trenes de Algeciras a Ronda para adaptar el ritmo de la marcha al paso del tren. Es tan fácil como consultar la web de Renfe. En nuestro caso, al venir andando desde Ronda, programamos coger en la estación de Jimera el tren de regreso a Ronda de las 18.15.

vado junto a la Charca de la Barranca por el que hemos de cruzar.

El punto de partida es la estación de Benaoján, donde podemos dejar el coche. Hay carteles explicativos del Sendero de Gran Recorrido GR 141 y 249 que impedirán que podamos perdernos en toda la ruta. Debemos cruzar la vía del tren y encaminarnos hacia el río Guadiaro. Debido a que el Potón de los Cachones fue arrasado por una riada en 2018, antes de llegar a los restos de este puente, debemos girar hacia la izquierda siguiendo las señales para remontar por un sendero junto al río parte del camino hasta llegar al paraje del Charco de la Barranca, por donde podemos, ahora sí, cruzar el Guadiaro por una vado de hormigón.

Dejamos atrás la estación de Benaoján.

Tras cruzarlo cogemos el carril en dirección suroeste que nos permite tener buenas vistas tanto de la sierra de Benaoján como de la campiña de la estación de Benaoján. Pasamos junto a las ruinas del Potón de los Cachones. Nos sumergimos en un territorio de suaves colinas cubiertas de encinas así como de robustos quejigos, ardiviejas, aulagas, matagallos, plantas aromáticas y retamas. Pronto solo hay sitio en este recorrido para tres elementos: el río, la vía férrea con sus túneles y puentes y el sendero. Los tres muy cerca unos de otros y todo rodeado de espléndida naturaleza.

Las encinas y quejigos son los grandes protagonistas vegetales de esta ruta.

El sendero pasa sobre un improvisado puente sobre el arroyo del Agua. Una vez cruzado el cauce, rodeado por un denso adelfal, avistamos las ruinas de la venta del Arroyo del Agua. Por detrás de los muros, dando vista al río, se conserva parte del empedrado de la era; igualmente subsisten algunas higueras y hasta un hermoso laurel.

Puente provisional sobre el arroyo del Agua.
Ruinas de la Venta del Arroyo del Agua.

Continuamos por el sendero en ascenso hasta que sobrepasamos una zona rocosa y damos vistas a un espectacular mirador de las Angosturas del Guadiaro. A partir de este punto nos sumergimos en pura naturaleza, solo rota, de forma espectacular por la vía férrea Bobadilla-Algeciras que fue inaugurada el 27 de noviembre de 1892, construida por la británica Algeciras-Gibraltar Railway Company. El proyecto fue impulsado por empresarios británicos que buscaban dotar de un enlace ferroviario a Gibraltar, aunque el ferrocarril nunca llegó a la colonia británica debido a la oposición del gobierno español. 

Mirador espectacular de las Angosturas del río Guadiaro.
Desde el mirador de las Angosturas iniciamos el descenso para acercarnos al río.

A continuación descendemos hasta la altura del río, junto a varios lugares idílicos donde parar y remojarnos si el tiempo es propicio.  Muy cerca dejamos atrás las bases del puente del Moro, de origen andalusí. Esta parte del sendero suele inundarse con las crecidas en épocas de lluvias.

Valle del Guadiaro.
La imagen permite reconocer las colinas boscosas del valle del Guadiaro.

El sendero nos hace subir y bajar conforme el trazado negocia el paso entre las sucesivas cañadas que vuelcan al Guadiaro entre quejigos y también palmitos, torviscos, lentiscos, jerguenes, algunos algarrobos y un mosaico de plantas espinosas, entre ellas endrinos, escaramujos y majuelos. En tramo concreto, de especial belleza, una baranda de madera garantiza la seguridad, ya que al filo del sendero la ladera se precipita sobre las redes de seguridad de la vía del tren que tenemos unos metros más abajo.

Tramo estrecho en el que una valla da seguridad.
La ruta pasa por tramos de una frondosidad espectacular.

Más adelante el sendero nos hace cruzar el lecho pedregoso del Arroyo Seco, siendo recibidos por un cartel de bienvenida cuando entramos en los límites del municipio de Jimera de Líbar.

Cartel que nos da la bienvenida junto a la vereda tras cruzar el Arroyo Seco.
llegando al puente que nos conduce a la Estación de Jimera de Líbar.
Zona de baño en la Estación de Jimera de Líbar.

Poco a poco vamos rodeando las diversas laderas boscosas que vuelcan al Guadiaro y, por fin, llegamos a un puente de color verde que nos hace cruzar el río. La vereda nos conduce entre nogales y casas de labor muy cerca del río hacia la Estación de Jimera. Llegamos a una zona de baño y desde este punto, siguiendo las marcas del GR nos situamos en pocos minutos en la Estación de Jimera de Líbar. Dependiendo de lo que tarde el tren en llegar podemos acercarnos al restaurante Ali Oli a tomar algo.

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