El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga ha zanjado un conflicto que ha durado años y que ha puesto en jaque la estabilidad económica de 200 familias que forman la plantilla del complejo hotelero Guadalpín Banús. En el auto fechado el 10 de octubre de 2023, la magistrada da la razón a la actual explotadora del Hotel Guadalpín Banús, GRISOMA hotelera S. L., al argumentar que en la escritura pública inscrita en el Registro de la Propiedad el 14 de diciembre de 2014 ya “se hace constar que las fincas registrales que componen el citado complejo hotelero están sujetas al régimen de explotación hotelera”.

Además, recalca que en el título constitutivo de división horizontal se establece “de forma clara y sin lugar a dudas el uso hotelero de las fincas que componen el edificio” y, prosigue, en los Estatutos de la Comunidad de Propietarios, que en los artículos 10 y 28 refleja “la obligación de los propietarios de ceder los apartamentos y locales para la explotación hotelera”.

Todos estos argumentos han sido tenidos en cuenta por la jueza, resaltando en el auto el hecho de que todos los adquirentes “conocían el destino de las fincas al uso hotelero, incluidos los terceros SPV Spain Project 17 SLU y Caja Rural de Granada SCC”. Llegados a este punto, la empresa explotadora del complejo hotelero no entiende que tanto SPV SPAIN como la Caja Rural de Granada “ignoren” este hecho, llevando a cabo acciones como el cierre de las habitaciones y espacios de tránsito del hotel, afectando gravemente a las instalaciones, como la cocina, rompiendo parte del mobiliario y repercutiendo negativamente en el servicio que presta a los clientes, como denuncia GRISOMA.

Cerca de 200 familias en vilo

Cerca de 200 familias que forman parte de la plantilla llevan viviendo años en la incertidumbre, viendo peligrar sus puestos de trabajo. “Los empleados sólo queremos seguir trabajando, conservar nuestro puesto y si no se sientan a negociar, a dialogar de verdad, peligra el sustento de nuestras familias”, argumenta Jaqueline Lagarcha, portavoz de la plantilla del Hotel Guadalpín.

El impedimento del uso de las instalaciones del complejo suponía que, a corto plazo, la empresa explotadora tuviera que prescindir de personal, en la mayoría de los casos, trabajadores con una antigüedad de entre 15 y 18 años. “Llevo desde 2005 en el hotel, y como yo, muchos de mis compañeros, casi todos fijos. La empresa que gestiona el hotel nos ha proporcionado esa estabilidad que ahora está en peligro”, añade.

 “Desde 2009 estamos luchando y seguiremos luchando; pese a todo, siempre se ha mantenido abierto y hemos pasado muchas crisis económicas y durante la pandemia. Si sigue estando en buenas condiciones es porque los trabajadores nunca nos hemos rendido y lo hemos cuidado”, concluye.

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