Durante cientos de años cada vez que los marbellíes miraban al mar lo hacían con temor. Con el miedo de ser esclavizados, saqueados o asesinados por los piratas norteafricanos que hasta casi el siglo XIX infestaron las costas mediterráneas. Es por ello que Marbella cuenta en sus 27 kilómetros de costa con seis torres de vigilancia costera (Ladrones, Real, del Duque, del Lance de las Cañas, de las Bóvedas y Ancón),  cuyo origen se remonta, cuanto menos, al siglo XIII.

De todas ellas, la del Ancón es la única que no ha sido reformada. También es la que tiene un mayor potencial turístico y divulgativo como ejemplo de este tipo de fortificación. La ruinosa Torre del Ancón vigilaba la costa desde su atalaya elevada entre la Torre del Duque, a 2.73 km al Oeste y la de Río Real a 7.72 km al Este. La parcela en la que se asienta la Torre del Ancón es propiedad del Ministerio de Cultura y Educación. Es por tanto responsabilidad del Gobierno de España el mantener en perfecto estado este Bien de Interés Cultural (BIC). Sin embargo, esta almenara yace en estado semiruinoso desde hace muchos años.

Quien tiene que actuar sobre la torre es su propietario, el Ministerio de Cultura y Educación, que tan poco caso ha hecho a la almenara desde hace décadas. Sin embargo, existe una solución: sólo hay que fijarse en nuestros vecinos de Mijas. Allí, el Ayuntamiento pidió al Ministerio la cesión de la almenara de Calaburras para asumir su reforma y puesta en valor. El Ayuntamiento mijeño firmó con el Gobierno la cesión de la almenara, la inscribió en el patrimonio municipal y asumió la completa rehabilitación de la torre, que terminó en abril de este año.

Con la del Ancón se podría hacer lo mismo.

UNA TORRE RUINOSA EN UN ENTORNO PRIVILEGIADO

En demasiadas ocasiones, cuando se ha desarrollado urbanísticamente un espacio donde había un resto arqueológico o histórico, este ha sido destruido o ha quedado oculto y absorbido dentro del proyecto. En este caso, afortunadamente, la Torre del Ancón está situada en una parcela donde se está llevando a cabo la construcción de una urbanización con 105 casas, en la zona norte de la parcela y el proyecto contempla que en la zona sur de la parcela todo el entorno de la Almenara esté en el interior de un gran parque público que favorezca la divulgación del pasado defensivo de la Torre.

Obras en la parcela norte donde se construirán 105 viviendas.

Según se plasma en el Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto de Urbanización del Sector URP-NG-16 “El Ancón”, el proyecto de urbanización contempla la ejecución de una zona verde pública al sur conforme a un proyecto de reforestación y revegetación especifico “que elimina especies exóticas (eucaliptos) que han provocado un empobrecimiento de la biodiversidad y pone en valor las especies autóctonas (acebuches, olivos y pinos piñoneros) junto con el diseño de unos jardines de especies herbáceas y aromáticas (romero, laurel, aganto, etc.) a modo de paseo verde con un marcado carácter divulgativo que favorece la educación ambiental de sus usuarios y permite el conocimiento de las especies autóctonas características de la zona, tanto forestal como arbustivas como lentisco, palmitos , mirtos, romeros, etc.”.

Plano dle proyecto. En verde se ve la zona que será un parque público.

Este estudio considera que hay que hacer una entresaca y poda de los eucaliptos, para favorecer el correcto desarrollo de los mejores ejemplares y permitir a su vez la implantación de otras especies arbóreas y arbustivas que otorguen más diversidad botánica y calidad medioambiental al entorno. Además, los caminos internos de la zona verde serán de tipo blando como caminos de tierra compactadas, tipo alberos. Igualmente se han previsto dos zonas de juego de niños diferenciadas: una junto al paseo marítimo, en la zona de ensanche que existe al final del camino de acceso peatonal próximo a la torre, en donde se han ubicado los juegos infantiles para niños mayores; y otra en la zona oeste del Sector, ambas con bancos, papeleras y fuentes de agua potable para cubrir las necesidades de niños y acompañantes.

Arco de acceso a la parcela que el Ayuntamiento ha pedido a la constructora que se mantenga.

ESTUDIO ARQUEOLÓGICO DEL ENTORNO

Antes de que entraran las máquinas en la parcela, con el objetivo de determinar la viabilidad del proyecto de urbanización en el Sector URP-NG-16 “El Ancón”, el arqueólogo Manuel Montañés Caballero, a instancias de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, llevó a cabo sondeos arqueológicos del 28 de marzo al 16 de abril de 2019.

Montañés llevó a cabo una serie de zanjas, unas 15 en total, tanto en la zona norte de la parcela, donde se ubicarán las 105 viviendas, como en los alrededores de la Torre del Ancón. Las catas arqueológicas dieron resultados negativos en todos los casos menos en la zona al Este de la Torre, donde se identificaron dos construcciones prácticamente destruidas, “las dos viviendas podrían estar vinculadas, dada su localización estratigráfica, con la vigilancia de las costas. Nos inclinamos a pensar que estamos ante un antiguo puesto de carabineros”.  

El arqueólogo explica en su informe que “la Torre del Ancón tiene una altura de 11,90 metros, 7,40 de diámetro en la base y 5,20 metros en la azotea. Construida en 1575 por 500 ducados. Fue reparada varias veces en tiempos posteriores y sus torreros disfrutaban de 12 fanegas de tierra. Presenta un cuerpo inferior macizo y una cámara interior conservada, cuya entrada se sitúa en el lado norte, a 6,90 metros del suelo. El interior es un único habitáculo dotado de chimenea y con cubierta en forma de cúpula. Esta cámara contaba con una pequeña abertura, actualmente muy deteriorada, en el lado Sur, dese la que el torrero vigilaba la costa. A través de una escalera interior se accede al terrado que cuenta con un pretil, sobre elevado en el lado norte y con elementos conservados de los matacanes”.

Entrada norte a la torre situada a más de seis metros de altura para favorecer la defensa.

Hace unos meses, el Ayuntamiento encargó un estudio de la torre al profesor Luis José García Pulido, profesor e investigador del Departamento de Arte y Arquitectura de la Universidad de Málaga para confirmar el mal estado de la almenara. Por eso, crear un parque público espectacular al servicio de una torre centenaria amenazada por la ruina no tiene sentido. La Torre del Ancón debe ser rehabilitada ya que, de todas las almenaras que hay en la Costa del Sol, es la que tiene mayor potencial para servir de ejemplo del sistema defensivo costero que alertaba a los marbellíes de la llegada de piratas norteafricanos a nuestras costas.

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