Las ocho traíñas que integran la flota en la modalidad de cerco de la flota pesquera de Marbella retoman su actividad a partir del 1 de abril tras cumplir con el mes de parada biológica decretado durante marzo y, junto al resto del sector, siguen a la espera de recibir las ayudas públicas anunciadas para compensar las pérdidas derivadas de la pandemia y de las paradas biológicas.

Coincidiendo con la vuelta a faenar de las embarcaciones de cerco, el presidente de la Cofradía de Marbella, Manuel Haro, hace balance de los efectos de la Covid en la actividad de la lonja marbellera, considerando que “en el caso de la flota de Marbella el cierre y reducción del horario de apertura de los restaurantes y chiringuitos por la pandemia en el último año ha afectado de forma significativa nuestros resultados, llevándonos a una situación muy compleja”.

El patrón mayor mira al futuro con “la confianza puesta en que la Semana Santa marque el inicio de la recuperación de la restauración y el turismo, que es clave para el empleo en Marbella y para nuestra flota pesquera», pero huye de la euforia y explica que «todavía estamos a la espera de las ayudas públicas que nos corresponden, tanto por las paradas temporales como por la pandemia. Los pescadores tampoco estamos entre los grupos de riesgo prioritarios para la vacunación, a pesar de que lo hemos solicitado desde la Federación Estatal de Cofradías y, además, en el horizonte tenemos la amenaza de una nueva reglamentación que limita los días en los que podremos salir a la mar”.

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