La Vía Verde del Guadalpín es el proyecto que en un futuro unirá la playa con la montaña través de un tramo colgado de pasarelas por el cañón de este cauce a la altura de Xarblanca

Los responsables municipales tienen una asignatura pendiente muy importante: la conexión senderista entre la playa y la montaña. Marbella cuenta con un activo medioambiental único: Sierra Blanca y la enorme riqueza natural que atesoran sus cañadas. Miles de marbellíes y senderistas conocen la ermita de Los Monjes, incluso el nacimiento del arroyo que hay más arriba y casi todos ellos parten desde la clásica zona alta de Xarblanca.

Sin embargo, existe un proyecto aparcado desde hace años en uno de los cajones del Ayuntamiento que pondría en valor y completaría uno de los trayectos más bellos e interesantes del municipio: recorrer el arroyo-Guadalpín-Los Monjes-Calaña desde su desembocadura hasta el nacimiento, uniendo a través de la conocida Vía Verde del Guadalpín el mar y la montaña.

Desde la delegación de Medio Ambiente explican que el proyecto, que fue hecho hace unos años por técnicos de la Mancomunidad de Municipios, está en fase de modificación. “El estudio inicial empleaba demasiado hormigón y provocaba un impacto mayor en el entorno. Nosotros estamos apostando por hacer un trayecto más terrizo, mejor integrado en el entorno natural y con más madera”. De hecho, el proyecto prevé que en el tramo más complicado, entre el campo de golf de Monteparaiso y la entrada a Los Monjes por Xarblanca, el cañón que forma el río se supere mediante una pasarela de madera y cables al estilo del Caminito del Rey.

Paseo junto al río muy cerca de su desembocadura.

En su inicio, la Vía Verde remontará desde el paseo marítimo por la agradable paseo de ribera hasta las inmediaciones del Palacio de Congresos. Tras cruzar la A-7 el trazado previsto seguirá, en la medida de lo posible, la zona de servidumbre del Dominio Público Hidráulico del cauce. Aunque, tal y como señalan desde la Delegación de Medio Ambiente, “uno de los problemas principales del proyecto es el tramo que unirá Viveros Puertas con el camino ya diseñado que parte hacia el Norte desde el lateral del campo de golf de Monteparaíso. La cuestión aquí es el paso por las diferentes propiedades privadas existentes”.

Entrada al camino junto al campo de golf Monteparaíso.

A partir del campo de golf la Vía Verde remonta el Guadalpín por un espectacular sendero rodeado de bosque de ribera, pinos, eucaliptos, algarrobos y decenas de tipos de plantas. Es un paraje especialmente bello. Sobre esta zona, el naturalista Antonio Figueredo explica que “es muy interesante debido también al buen estado de conservación en ese tramo del arroyo Guadalpín y está catalogado por la Consejería como bosque isla ya que alberga especies arbóreas de gran interés como el sauce de la especie pedicellata«. Es una auténtica joya ecológica, donde crece además un pequeño rodal de quejigos.

Zona donde crecen quejigos en un paraje poco apto para ellos.
El sendero nos sumerge en un entorno fresco y casi selvático.
El camino transita por zonas con árboles frutales.
Aspecto ruinosos del cortijo.

Entre hojas de acanto se llega a las ruinas de un cortijo. El sendero continúa a su izquierda internándose en una zona de huertas. Desde Medio Ambiente señalan que están en suelo municipal, “en este trayecto tenemos detectados varias parcelas cultivadas y huertos que son ilegales, ya que todo este terreno es público y, con el futuro proyecto de la Vía Verde, tendrían que desaparecer”.

Una de las parcelas cultivadas junto al río.

Tras unos veinte minutos de recorrido desde la entrada al sendero en el campo de golf nos plantamos en el conocido como Molino Magaña o de Villafañe.

Molino de Magaña o Villafañe.

La historia de esta construcción, tal y como explica el historiador Francisco Moreno, se remonta a la conquista de Marbella por los Reyes Católicos. “En 1488 los monarcas concedían a Nuño de Villafañe, por sus buenos servicios, un sitio de molino «para que en el arroyo de Guadapin, ques en término de la çibdad de Marbella, en un golpe questá en el dicho arroyo, que ha por linderos de la una parte el monte e exido del conçejo de la dicha çibdad e de la otra parte vancales de huertas de la dicha çibdad, podades faser e edificar e fagades e edifiquedes un molino con las ruedas que vos quisierdes»”. De hecho, aún quedan dos ruedas o muelas en el interior del molino.

Según denuncia el historiador Francisco Moreno, “el molino es uno de los edificios históricos más olvidados del término municipal, nunca se ha intervenido para protegerlo, nunca se ha hecho una limpieza. Se incluyó en el PGOU de 2010 como bien inmueble histórico protegido pero todo quedó en el papel. A día de hoy se encuentra cubierto de vegetación, lleno de basura, abandonado y dejado a su suerte”.

Cubo o piscina donde se acumulaba el agua del molino.
Conducción por donde se precipitaba el agua para mover las ruedas que molían el grano.

Justo encima de la construcción, tras una pequeña subida, entre el camuflaje vegetal, se conservan los elementos esenciales de un molino hidráulico que aprovechaba la fuerza de la cascada cercana del Guadalpín que se encauzaba por la atarjea y el cubo. Si se adecentara esta construcción histórica, podría convertirse en un espacio de interpretación del rico patrimonio hidráulico de nuestro municipio. La Plataforma ciudadana Impulsa Ciudad pidió hace dos años su protección y limpieza al Ayuntamiento. Sin éxito.

“De hecho, hace más de diez años surgió la idea por parte del Ayuntamiento de convertir la zona en un parque periurbano, quedando la idea en papel mojado”, puntualiza Moreno.

Tras el Molino de Villafañe el sendero se bifurca. A la derecha una senda remonta entre pinares hasta la urbanización de Xarblanca. Nosotros seguimos hacia la izquierda por un sendero rodeado de plantas y muy frondoso hasta llegar a una huerta. Tras cruzarla nos introducimos en una zona de pinar donde el camino va junto a la antigua acequia del Guadalpín, a la que se une también una fea conducción que surte de agua al campo de golf.

Transitamos justo por encima de la vieja acequia.
Conducción de agua que surte al campo de golf de Monteparaíso.
Planta llamada Espinazo del Diablo, de color rojo, que crece junto a la conducción de agua.

A partir de este punto comienza el tramo en el que más dinero habrá que invertir y también el que, a priori, será el más espectacular. Porque a unos cientos de metros del molino Magaña- Villafañe el cauce del río se cierra hasta el punto de que el proyecto contempla hacer un desmonte en la montaña para tallar un sendero colgante que conecte más arriba con la entrada tradicional a Los Monjes por Xarblanca. Sería una especie de Caminito del Rey a media ladera del barranco que posibilitaría vistas espectaculares de la costa y de la montaña.

Hay que despegarse del cauce ya que el río se encajona.
Vistas hacia la costa desde el cañón que forma el Guadalpín.

Este tramo conectaría con la clásica entrada a Los Monjes, sobradamente conocida. Para quien no sea así, puede consultar el siguiente reportaje:

La Vía Verde del Guadalpín es uno de esos proyectos que ayudarían a vender Marbella como destino sostenible, atrayendo a un tipo de turista que busca algo más que sol y playa, favoreciendo un turismo de calidad y desestacionalizado de los clásicos meses de verano. Además, pondría en valor un espacio natural e histórico de una riqueza enorme.

También supondría conectar, por fin, el mar con la montaña. Esto es especialmente importante porque la Gran Senda de Málaga, a  su paso por Marbella hacia Ojén, recorre uno de los tramos más feos de este espectacular recorrido circular de más de 600 km que circunvala la provincia: la subida por asfalto desde la playa hasta Nagüeles. La alternativa de la Vía Verde del Guadalpín permitiría a quienes recorren la Gran Senda de Málaga sumergirse en la naturaleza casi inmediatamente, haciendo el tramo marbellí mucho más atractivo.

Desde la Delegación  de Medio Ambiente aseguraban hace unos días que esperan poder emplear los fondos europeos, que previsiblemente llegarán este año con el objetivo de mitigar la crisis económica, para hacer realidad este proyecto. Por otro lado, el Ayuntamiento acaba de anunciar un Plan de Inversiones Turísticas dotado con 10 millones de euros, que cofinanciará la Junta de Andalucía, y que busca poner en valor el patrimonio natural y cultural del municipio. Este Plan, del que apenas se saben los detalles, sí establece una actuación concreta sobre el cauce del Guadalpín.

Ya sea con Fondos Europeos o con dinero autonómico o municipal, la Vía Verde, el Caminito del Rey Marbellí, podría convertirse en uno de los símbolos del municipio, si finalmente se saca del cajón donde lleva años acumulando polvo y se lleva a cabo.

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