Ruta circular por el Valle del Genal que recorre Parauta-Cartajima-Igualeja-Parauta

Tipo: circular

Dificultad: medio-alta

Duración: 6,30-7.00 horas

Distancia: 17 Kms

Desnivel: 1.100 mts de desnivel positivo

 Agua: fuente en Cartajima y en Igualeja. Una fuente en el tramo entre Parauta y Cartajima.

El apogeo de la Primavera de Cobre del valle del Genal se aproxima. Esta ruta pretende mostrar lo que está a punto de acontecer cuando los miles de castaños de este recóndito valle malagueño cojan ese tono marrón-amarillento que caracteriza al paisaje serrano durante unas pocas semanas al año.

El apogeo del otoño se suele notar en la segunda mitad de noviembre.

Esta propuesta senderista transita por el Havaral, el Alto Gernal, recorriendo de forma circular los pueblos de Parauta, Cartajima e Igualeja. Hay que tener en cuenta varios aspectos: el Genal es un valle donde los pueblos están encaramados en lo alto de las colinas, con lo que esta ruta es un sube y baja sin tregua, de pueblo en pueblo. Además, conviene, si es posible, intentar hacer la ruta fuera de fin de semana porque los sábados y domingos de noviembre el Genal es invadido por cientos de senderistas ávidos de disfrutar de los colores otoñales de la Primavera de Cobre. Por otro lado, hay que estudiarse la ruta, ya que el Havaral es un auténtico laberinto de carriles de tierra y senderos, con lo que es recomendable llevar un GPS con track descargado, aunque si lo hacemos en fin de semana siempre habrá otros senderistas que puedan orientarnos, dada la densidad de personas que recorren el valle.

En primer término Parauta. Al fondo el pueblo de Cartajima.

La ruta parte del pueblo de Parauta. Tras pasar junto a la iglesia de la Purísima Concepción nos encaminamos por las calles estrechas de este pueblo blanco hasta la plaza de la Constitución. Desde este punto cogemos la calle Salvador Márquez, que termina en una placita desde la que parte un carril en dirección suroeste, el Camino del Molino que nos introduce casi sin transición en los castañares del Genal. Este carril, que pronto se vuelve terrizo, nos hace pasar al poco por la Fuente Nueva. Posteriormente, en franco descenso, nos sumerge en lo más profundo del valle. El verde de las encinas y los madroños compite con el ocre de los castaños. Por fin llegamos al fondo, a la confluencia del arroyo Algorma y Granados que en este punto forman el río del Nacimiento, el futuro Genal.

Carril que nos desciende hacia el fondo del valle entre rojizos zumaques y alcornoques.

Pasamos junto a las ruinas del Molino Real, el carril muere y tenemos que estar atentos en continuar de frente, hacia el Oeste, para cruzar esta zona llana repleta de chopos y vegetación frondosa que crean una estampa muy bella y coger un carril que nos llevará en ascenso hasta Cartjima por otro intenso castañar.

Entorno frondoso y húmedo junto al Molino Real.
En la confluencia entre los dos arroyos se forma uno de los pocos llanos que tiene esta ruta, con una imponente chopera.

La subida es exigente, dejamos atrás una granja a la vera del camino y nos sumergimos en un espectacular castañar cuya visión mitiga en parte la fatiga de la subida.

Castañas por todos lados en la subida a Cartajima.

Cuando quedan pocos minutos para entrar a Cartajima encontramos el Castaño Arenas, un imponente ejemplar centenario incluido en el Catálogo de Árboles Singulares de Andalucía y que cuenta con un perímetro de tronco de mas de 7 metros.

Subiendo una de las estrechas calles de Cartajima.
Imponente iglesia de Cartajima en cuyas escalinatas puede hacerse un descanso.

Entramos por fin en Cartajima, subiendo por sus empinadas y estrechas calles hasta dar con la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, en cuyas escalinatas de entrada podemos tomarnos un respiro.

Descenso entre castaños volviendo por donde hemos venido.
Debemos estar atentos en la chopera para buscar el sendero, a mano izquierda de la foto, que nos llevará hasta Igualeja.

Toca volver por donde hemos venido, descendiendo todo el tramo de carril hasta el Río del Nacimiento. Una vez llegados a la llanura llena de chopos casi sin hojas debemos encaminar nuestros pasos en dirección Sur, buscando en la ribera izquierda, según el sentido de la marcha, un sendero bastante ancho que empieza a ascender, de nuevo, buscando encumbrarnos a la Loma de Igualeja.

El rojo tiñe el zumaque mientras al fondo se puede ver Cartajima y detrás Los Riscos.

El sendero se convierte pronto en carril y los castaños vuelven a hacerse notar. La ascensión alcanza la parte alta de la Loma, que es cruzada por el Camino de Halda de Norte a Sur. Nosotros debemos dirigirnos al sur (derecha conforme la alcanzamos) y continuar unos metros por ella hasta encontrar un sendero a nuestra izquierda que nos llevará en unos minutos hasta Igualeja.

Vistas a igualeja desde el pintoresco sendero que nos lleva al pueblo.

Entramos en este pueblo blanco por la parte baja y deberemos subir por sus calles hasta el precioso entorno del nacimiento del Genal, lugar en el que podemos descansar o tomar algo en la cafetería de un hotel cercano.

Espectacular cueva donde nace el río Genal.
Subida por la calle La Tetona que debemos recorrer para encaminarnos de vuelta a Parauta.

Toca afrontar el retorno a Parauta. Para ello debemos ascender por el barrio alto de Santa Rosa buscando la calle La Tetona que nos sacará del pueblo subiendo algunas rampas bastante empinadas.

A pocos metros de iniciar el descenso al arroyo de los Granados.

Atravesaremos diversas parcelas de cultivo hasta que lleguemos a lo alto de la Loma de Igualeja, por donde pasa, de nuevo, el Camino de la Halda. Debemos seguir de frente por el carril que hay, iniciando un descenso entre castaños y con el camino casi totalmente cerrado en los laterales por las alambradas que los dueños de las fincas han ido erigiendo para evitar que la gente se lleve las castañas o deje basura en sus terrenos.

Los castañares de este tramo son espectaculares.

El descenso, entre numerosos ejemplares de castaños es un espectacular paseo ya que el carril se convierte en sendero, facilitando la inmersión en este entorno otoñal de postal. La bajada termina junto al arroyo de los Granados, que debemos cruzar en dirección Noreste y enlazar con un carril que nos hará remontar el valle. Esta es la última cuesta y, en su inicio, es bastante empinada, haciéndonos ganar altura en pocos metros. El protagonista en este primer tramo de subida es el quercus, los numerosos alcornoques y alguna encina que jalonan el paisaje.

Fincas parceladas de castaños y al fondo vemos Cartajima.

Pronto los castaños copan el protagonismo, las alambradas vuelven a flanquear el carril, excepto en un punto, ya cuando el camino llanea, en el que podemos sumergirnos en el castañar a nuestro gusto. Tras algún  repecho más llegamos a la entrada de Parauta, encontrando lo primero la Encina del Vallecillo, incluida en el Catálogo de Árboles Singulares de Andalucía y a la que se le estima 250 años.

Encina del Vallecillo a la entrada de Parauta donde concluimos la ruta.

Hemos concluido esta completa ruta que nos ha sumergido en los mejores paisajes otoñales que pueden contemplarse en Málaga, y de los mejores de Andalucía. Esta excursión pondrá a prueba nuestros pulmones en las sucesivas subidas y las rodillas en las correspondientes bajadas, pero dejará un sabor de boca increíble a todos los que amamos la Naturaleza de nuestra provincia.

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