La Dirección General de Sostenibilidad Ambiental y Cambio Climático ha dado la razón a las alegaciones presentadas por Ecologistas Malaka en abril de 2021 y rechaza de forma rotunda el proyecto de la mercantil Seabeach Ventura S.L. de construcción de un chiringuito de 300 metros cuadrados en la desembocadura del río Guadalmina.

La resolución denegatoria deja claro que «la ocupación de los establecimientos expendedores de comidas y bebidas no excederá de 70 metros cuadrados en una sola planta y sin sótano, de los cuales, 20, como máximo, podrán destinarse a instalación cerrada. Estas instalaciones serán de temporada y desmontables en todos sus elementos. La distancia entre estos establecimientos no podrá ser inferior a 300 metros”. El chiringuito proyectado tenía previstos 300 m2 de superficie fija sobre rasante y un sótano.

La Dirección General de Sostenibilidad Ambiental y Cambio Climático estima que «el proyecto de referencia es una zona especialmente sensible, entendiendo este centro directivo que pudiera calificarse como tramo de playa natural y por ende de especial conservación, no pudiendo instalarse ocupaciones de las dimensiones solicitadas». De hecho, la Dirección General de Sostenibilidad Ambiental y Cambio Climático considera que «la zona de la desembocadura del río Guadalmina es una zona inestable, regresiva y estrecha y sometida a continuos cambios por encontrarse en una zona donde confluyen influencias tanto fluviales como marinas, lo que provoca la inestabilidad de la misma«.

Igualmente, se reconoce que el Ayuntamiento de Marbella ha remitido un informe que pone de manifiesto «la complejidad de lo solicitado, toda vez
que no existen dotaciones municipales tales como accesos o caminos, redes de abastecimiento para suministro eléctrico ni de agua, no contando la zona con red de alcantarillado, siendo todo lo anterior especialmente complejo de ejecutar toda vez que nos encontramos ante zona protegida por distintas figuras medioambientales».

Cuando Ecologistas Malaka denunció el proyecto de construcción del chiringuito, despertó el rechazo tanto del cercano club de Golf Guadalmina como del propio Ayuntamiento de Marbella. Dos años y medio después se cierra la posibilidad de que una construcción tan invasiva ocupara un espacio tan especial como es la desembocadura de río Guadalmina.

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