La ruta de los Tres Valles es el recorrido circular más completo para conocer lo mejor que puede ofrecer la falda Sur de Sierra Blanca. Esta exigente excursión de casi 10 kilómetros nos permite descubrir el bello paraje de Puerto Rico Bajo y Alto, la zona de la Casa del Guarda, el entorno del nacimiento de arroyo Calaña y las vistas de la Costa desde el mirador de los Gitanos. La ruta de los Tres Valles nos hará recorrer bosques de madroños, sabinas, pinares, acebuches, enebros, etc., transitando por los viejos caminos de la Sierra Blanca que fueron recuperados hace unos años por la asociación Mujeres en las Veredas.

Tipo: circular

Dificultad: medio-alta

Duración: 6 horas más o menos dependiendo del ritmo de cada uno

Distancia: 10 Kilómetros

Desnivel: 900mts 

Agua:  fuente al inicio en Puerto Rico y también a mitad de ruta en el pilón de Calaña.

Recorrido fotográfico:

La ruta parte del aparcamiento de Puerto Rico Bajo. Dejando a nuestra izquierda el pinar donde suele acudir la gente a hacer picnics, cruzamos la cadena que corta el carril y lo enfilamos hacia el norte. Pronto pasamos junto a la fuente de Puerto Rico.

El camino nos hace ganar vistas a los tajos travertinos de Puerto Rico, unos acantilados donde están las cuevas en las que hace miles de años vivieron los primeros habitantes prehistóricos de Marbella.

Travertinos de Puerto Rico, donde se encontraron restos de los primeros habitantes de Marbella.

El carril termina casi en la base de los travertinos y debemos coger un sendero que nos subirá haciendo zetas,  pasando junto a la conducción que alimentaba hasta hace poco de agua a Marbella.

Vistas al boscoso valle de Puerto Rico. En primer término la conducción que originalmente abastecía de agua a Marbella.

La cuesta termina y encontramos el llano de Puerto Rico Alto, que estuvo cultivado por árboles frutales, olivos y otras plantas hasta hace poco.

Casa de la Finca en Puerto Rico Alto. Debemos seguir de frente. Al fondo se ve la forma piramidal de la Cruz de Juanar. A su izquierda se ve la loma boscosa en cuya cúspide se encuentra la Casa del Guarda, a donde debemos ir.

Encontramos un cruce que, a nuestra derecha, nos encaminaría a Ojén. Nosotros debemos seguir de frente unos cientos de metros hasta otro cruce: a la izquierda nos dirigiríamos por la Vereda del Faro de vuelta a Puerto Rico.

Debemos seguir de frente, a la izquierda iríamos por la Vereda del Faro. Esta zona suele inundarse tras abundantes lluvias.

Optamos por seguir de frente otros cientos de metros hasta otro cruce: de frente en dirección Norte subiríamos por el viejo camino hasta Juanar.

En este punto dejamos el camino clásico de subida a Juanar y debemos cruzar el arroyo de la Barbacana para afrontar la subida a la Casa del Guarda por un frondoso pinar.

Decidimos girar a la izquierda para cruzar el arroyo de la Barbacana y enfilar una dura subida que nos hará sudar un poco para, en una media hora larga, encaramarnos a la Casa del Guarda. Este lugar es el sitio perfecto para hacer un descanso y mirar la costa por la ventana de esta ruinosa construcción.

Magníficas vistas desde la ventana de la Casa del Guarda.

Retomamos el sendero en dirección norte unos 150 metros hasta llegar a un cruce, hacia el Norte llegaríamos hasta Juanar. Seguiremos hacia la izquierda para enfilar, entre madroños, el descenso hacia la Cañada de la Laja.

Llegando a la cañada de la Laja.

Debemos cruzar el arroyo de la Laja antes de afrontar una corta subida hasta el puerto de la Adelfilla. Las vistas durante todo este tramo son muy bonitas, estamos en la parte salvaje de Sierra Blanca y con grandes panorámicas de la Costa.

Cruzando el arroyo de la Laja.

Tras el ascenso al puerto de la Adelfillas descendemos por un bello sendero rodeados de sabinas hasta el fondo del valle de Calaña.

Magnífico descenso por un sendero entre sabinas.

Una vez en el fondo debemos descender por el cauce pedregoso hasta un cruce donde cogeremos hacia el Norte para visitar el nacimiento del arroyo Calaña.

Sendero que nos acerca al pilón de Calaña.

Para llegar a este mágico lugar debemos sumergirnos en un paisaje casi selvático, exuberante de vegetación, por un sendero que en unos cientos de metros nos lleva hasta un pilón tallado en piedra junto al manantial de Calaña, una surgencia que tras fuertes lluvias suele hacer manar el agua a borbotones.

Paraje selvático previo a llegar al pilón de Calaña.
Pilón de Calaña.
Manantial de Calaña.

Volvemos sobre nuestros pasos hasta el anterior cruce. Seguimos por el cauce pedregoso del río hasta que un claro sendero, la Senda de Cazadores, nos hace remontar la colina alejándonos del río.

Senda de Cazadores que nos llevará hasta el Puerto de las Pitas.

En la subida encontramos un cruce que a la derecha nos encaminaría hacia el entorno de la Ermita de los Monjes. Lo obviamos para continuar de frente en ascenso hasta el puerto de las Pitas. Muy cerca tenemos ya el mirador de los Gitanos, lugar perfecto donde hacer otro descanso y disfrutar de las vistas de la Costa del Sol.

Vistas desde el Mirador de los Gitanos: Gibraltar al fondo, Puerto Banús y también vemos el sendero que conecta Los Monjes con Nagüeles.
Marbella a nuestros pies.

Retomamos de nuevo el sendero y continuamos bajando de forma pronunciada hasta la Hoya de las Golondrinas donde encontramos otro poste de dirección cerca del Puerto de Santillana. Aquí tomamos la dirección que indica La Montúa.

Bajada desde La Montúa hacia Puerto Rico.
Arroyo de Puerto Rico en todo su esplendor.

Bajamos por la Cañada de Santillana hasta el desmonte de la Montúa donde encontramos el último poste de dirección y desde allí bajamos hasta el fondo del valle, cruzamos el arroyo de Puerto Rico y terminamos esta magnífica ruta de nuevo en el aparcamiento de Puerto Rico Bajo.

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