Aún queda mucho tiempo para que se aplique de forma efectiva el futuro PGOU, enredado en los trámites basados en la ley urban´ística andaluza (LISTA). Por ello, el Ayuntamiento continúa adaptando el PGOU vigente, el del 86, a las realidades de la Marbella actual. De este modo, en el próximo Pleno ordinario, que se celebrará el viernes 25 de noviembre, llevará para su aprobación inicial la segunda modificación que se ha efectuado de las normas urbanísticas del Plan General para acercarlas a la realidad social, mejorar la calidad de vida de los vecinos y ampliar la oferta en dotaciones y equipamientos.

Así lo ha anunciado la concejala de Ordenación del Territorio, María Francisca Caracuel, tras la celebración de la Junta de Gobierno Local en la que se ha abordado esta cuestión, y ha explicado que “es una ampliación necesaria, junto con la anterior, en la que vamos a realizar una compatibilización de usos tanto en el suelo lucrativo completa como en las parcelas de los equipamientos siempre que tengan cubierto el suyo en la zona en ese momento”.

En este sentido, ha señalado que “esto es lo que sucede en las dotaciones de equipamientos, como es el ejemplo de uno que nos están demandando en la actualidad y que vamos a modificar ahora, y que es el de compatibilizar el deportivo con el alojamiento, lo que se conoce como centros de altos rendimiento, y que en la actualidad no es posible”. Situación similar sucede con las viviendas tuteladas, para que las personas de la tercera edad no estén sometidas al régimen de residencia, así como con los centros educativos con residencia para estudiantes o el uso de un restaurante, gimnasio, sauna u otro servicio situado en un hotel. “En este último caso, podrá tener un uso independiente del hotelero siempre y cuando tenga un acceso exterior separado del mismo”, ha especificado la edil, que ha señalado que todas esas circunstancias serán posibles con la nueva modificación.

Caracuel ha recordado que “en agosto de 2017, cuando regresó el equipo de Gobierno al Ayuntamiento nos encontramos conque el Plan General de Ordenación Urbanística de 2010 estaba anulado y vigente el de 1986”. “Las normas urbanísticas estaban obsoletas y alejadas de la realidad de ese momento, con lo que afrontamos su primera modificación para adaptarlas”, ha indicado. A este respecto, ha detallado que “se aprobaron en 2018 pero no estaban completas en lo referente a los usos, ya que precisaban de un informe de evaluación ambiental y eso hubiera demorado la tramitación”. Además, según ha apuntado, “también había otras que podían afectar a dotaciones, pero se necesitaba tener el Plan General adaptado a la LOUA y eso es algo que se hizo con posterioridad”. Ha aseverado que “en ese escenario, hicimos la primera modificación que nos ha posibilitado estar trabajando hasta la fecha con mejor disposición e instrumentos de los que teníamos pero que no estaban completos para continuar dando respuestas a las necesidades de los ciudadanos”.

En este sentido, con respecto a la compatibilización de usos en el suelo lucrativo, ha citado como ejemplo el hecho de que “en las zonas residenciales haya un déficit de uso comercial que exige que los vecinos se vean obligados a coger el coche para utilizar determinados servicios que ahí no tienen, porque en estos momentos los usos del suelo no son compatibles de hacer las modificaciones necesarias”.

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