Un restaurante de Marbella ha conseguido que, gracias a la generosidad de sus clientes, se hayan plantado más de 40.000 árboles en el Tercer Mundo. El restaurante gastro-bar Breathe de Nueva Andalucía, en su cuarto aniversario, ha presentando su proyecto sostenible de reforestación para países en vías de desarrollo. 

Se trata de una iniciativa pionera en la restauración española y que se enmarca dentro del proyecto global Sustainably Run dirigido por Marvin Baker. Los responsables de Breathe decidieron añadir, de forma clara y explicada, un extra mínimo en la cuenta de cada mesa: 1,49 euros para plantar un árbol frutal en un país en desarrollo, contrarrestando el impacto medioambiental de su comida y ayudando a paliar la pobreza de ese lugar. Este proyecto de reforestación está enmarcado dentro de la corriente Carbon Free Dining, diseñada para dar a los restaurantes esta certificación que demuestra su pasión por el medio ambiente y la sostenibilidad. Hasta la actualidad, Breathe ha conseguido plantar cerca de 40.000 árboles en la región de Usambara, Tanzania.

Este proyecto queda ahora reflejado en su página web Breathe GiftTrees, que permite ver cada árbol y geolocalizarlo, ofreciendo un nivel máximo de detalle y transparencia sobre el proceso. Se ofrece asimismo la posibilidad de colaborar con la plantación tanto de unos pocos árboles, como también de muchos más a través de diferentes paquetes (desde 1,49 hasta 1.490 euros).

La estrategia de reforestación sobre el terreno se lleva a cabo gracias a la implicación de agricultores locales que facilitan sus tierras para plantar estos árboles y a cambio se ven beneficiados con sus frutos. Se han escogido papayas, mangos y moringa, que tardan aproximadamente un año en dar frutos. Como ejemplo, Baker afirma que una familia tipo de 4 miembros que colabora con el proyecto recibe entre 4.000 y 5.000 árboles frutales con los que prosperar y paliar el hambre de la zona. Algunos de los beneficios adicionales son reducir las emisiones de CO2, reparar los ecosistemas, crear oportunidades de alimentación, salud y educación y reducir la huella de carbono.

La responsable de Breathe, Aguilene Benicio, comenzó esta andadura tras conocer en 2018 a Marvin Baker, quien le entusiasmó con la idea de apostar por el planeta a través de acciones muy concretas. Los trabajos se ejecutan en esta área de Tanzania, en una tierra donde los árboles crecen con rapidez. A este respecto, Benicio adelantó que una vez cubran sus objetivos en este país fijarán el siguiente en Latinoamérica, y añadió que lamentablemente “pensar en hacer algo así en Europa multiplicaría los costes por cinco, pero no lo descarto”.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies