Policías locales de Marbella colaboran todos los días en contener el impacto del coronavirus en el municipio. No son rastreadores porque no buscan a los contactos de los contagiados de coronavirus. Si no que se encargan de vigilar que esos contagiados permanezcan en casa y no se salten la cuarentena. Desde el pasado 10 de septiembre varios policías del Grupo de Ayuda a la Familia (GAF) se coordinan con los Jefes de Servicio en la Jefatura para ayudar al desbordado Distrito Sanitario en el control de quienes han dado positivo en coronavirus.
“Están participando todos los compañeros de la plantilla porque, cuando desde la Delegación de Salud nos envían el listado diario de los contagiados, nosotros llamamos a los teléfonos fijos para asegurarnos de que las personas están en su domicilio y, si no los podemos localizar, movilizamos a las patrullas disponibles para que se desplacen a las casas y comprueben que efectivamente están cumpliendo la cuarentena”, explica el policía del GAF Antonio Rodríguez.
Este veterano criminólogo compagina la coordinación del dispositivo de seguimiento con su trabajo habitual tratando casos de violencia de género. “Cuando nos desplazamos a las casas a comprobar que las personas están efectivamente en cuarentena intentamos ser discretos, vamos de paisano y procuramos llamar al telefonillo porque el vecino de al lado no tiene porque saber que está enfermo”, relata Rodríguez.
Desde que asumieron este cometido hace dos meses, la Policía Local ha realizado 1.300 seguimientos. Al principio, cuando se puso en marcha este servicio fue un poco caos, ya que recibieron un listado inicial de 300 personas sobre las que había que asegurarse que estaban en casa cumpliendo la cuarentena. “Hemos ido mejorando, afinando el protocolo de actuación y lo primero que preguntamos a la persona que está en su casa contagiado tras identificarnos es ¿Cómo se encuentra? Y si necesita algo. Lo cierto es que en casi todos los casos nos reciben con mucho agradecimiento”, relata el policía del GAF.
Rodríguez cuenta que en estos dos meses más del 95% de las personas atendidas cumplen con el confinamiento, “como un grupo de 12 senegaleses que dieron positivo y respetaron escrupulosamente la cuarentena a pesar de que sabemos que por su trabajo necesitan salir todos los días para ganar dinero con el que comer. Dieron un gran ejemplo”. Por el contrario, se han encontrado casos de extranjeros o personas con residencia vacacional en Marbella que han dado datos falsos, direcciones erróneas o teléfonos que no eran. En algunos casos han desaparecido, volviendo a sus países o ciudades de origen. A algunos los han encontrado cruzando datos policiales o consultando el padrón y les ha caído la correspondiente propuesta de sanción. Esta puede ascender hasta 200 euros en el caso de dar positivo y no respetar la cuarentena.
La Policía Local también ha estado ayudando al seguimiento de los mayores residentes en las residencias afectadas por brotes de coronavirus en el municipio. También se han encontrado con casos trágicos, de personas que no contestaban porque estaban ya en la UCI o “como el caso de una familia madrileña pero con casa en Marbella que se confinaron aquí y haciendo el seguimiento nos dijeron que el padre, un hombre deportista de 50 años sin patologías previas, había muerto. Sólo pudimos darle el pésame al hijo. Fue una situación dura”, cuenta Rodríguez.
El dispositivo organizado por la Policía Local de Marbella ha creado escuela y desde jefaturas de Sevilla, Córdoba, Jaén y Málaga les han llamado para informarse de cómo lo hacen. Los agentes de Marbella han tenido que incluir en sus rutinas diarias el seguimiento de los positivos. Por desgracia tendrán que seguir haciéndolo durante mucho tiempo.