El activismo social, cultural o medioambiental es una ardua tarea donde se compromete un tiempo importante que se resta a la familia y a uno mismo. Un tiempo que no pesa en absoluto porque se hace desde un claro convencimiento moral y una responsabilidad en la sociedad que ha tocado vivir y, desde luego, sin esperar nada a cambio ni reconocimiento alguno. Nadie obliga; se tiene claro que es la forma de aportar. Lo mejor de todo no solo es el posible impacto de las acciones que se llevan a cabo, sino compartir el proyecto con los compañeros y compañeras a los que une una misma misión, cada uno aportando su propia experiencia y puntos de vista. Yo diría que es lo mejor de estas aventuras: ese compartir y conocer a personas excepcionales. Yo he tenido la fortuna de conocer a muchas en esas iniciativas como han sido Marbella Activa e Impulsa Ciudad, pero quiero dedicarle este artículo a una de ellas: Francisco Cervera, Paco para los amigos.
Hoy mi compañero y amigo Paco Cervera cumple un año redondo: 70 años. Así que antes de nada le quiero mandar mis mejores deseos en un cumpleaños que espero que sea tan grande como lo es él. Siento no podérselo decir en persona con un abrazo y una cerveza, pero nos separan ahora mismo más de 1000 km. Estoy seguro de que lo celebrará rodeado de los suyos y su cariño. Paco es de esas personas de las que en cualquier aventura en la que te lances te gusta tenerla cerca; de esas que lejos de cualquier dogmatismo es de las primeras en arremangarse, sabiendo de antemano que el camino se hace al andar, como nos diría Machado. De esas personas que hacen del mundo un sitio mejor, al igual que a las personas que tienen la suerte de poder compartir con él camino.
Ha sido una persona hecha a sí misma. Paco nació en una familia humilde con pocos recursos, pero gracias a sus capacidades y su esfuerzo accedió a becas con las que pudo estudiar e ir a la universidad, compaginándolo con trabajos de verano en Mallorca y Alemania. Un ascensor social, como él suele decir, que le permitió tener una vida mejor al poder estudiar y salir de su querido pueblo: Montefrío.
Licenciado en historia, terminó como profesor en Marbella, y ahora jubilado, no he conocido a ningún alumno suyo que no haya dicho que fue sin lugar a dudas el mejor profesor que nunca tuvo, de esos que dejan huella. Conociéndolo como lo conozco, no me extraña nada porque, además de saber lo que hace, es de los que ponen todo el corazón en lo que hacen, una receta infalible para que las cosas salgan bien. Paco, como docente, supo inculcar en sus alumnos grandes valores, además de enseñarles a pensar, reflexionar y escribir. Una de sus principales enseñanzas, que más recuerdan sus alumnos, era conocer la historia para evitar cometer los mismos errores, como decía la frase atribuible al filósofo estadounidense de origen español, Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana y Borrás: «El pueblo (las personas) que no conoce su historia (pasado) está condenado a repetirla».
Paco siempre ha sido una persona muy comprometida. Lo fue en la universidad, también en Marbella donde se involucró en los inicios de la Universidad Popular de Marbella y más tarde cerca de su jubilación no dudó en sumarse al movimiento ciudadano de Marbella Activa donde ha sido un pilar fundamental de esta asociación colaborando en primera línea en muchos de los proyectos y liderando algunas iniciativas donde ha dejado su impronta como el programa Con otra mirada, un proyecto etnográfico en formato audiovisual donde ha entrevistado a personas que vivieron una parte de la historia reciente de Marbella como la de los inicios turísticos, la minera, la de la colonia agrícola de El Ángel o la Marbella marenga a través de la mirada privilegiada de sus protagonistas. También ha sido el creador de Ahora educación donde ha realizado 100 programas para visibilizar a la propia comunidad educativa local: equipos directivos, AMPAS, docentes, proyectos educativos, asociaciones… Por si esto no fuera poco, junto a otros compañeros y compañeras, ha sido cofundador del partido político Impulsa Ciudad, del que ha sido su primer presidente, convencido de que la ciudadanía debía dar un paso al frente para defender un modelo de ciudad y mejorar la vida de las personas, que es lo que importa.
Quizás su ocupación más reciente se haya convertido en la principal motivación e ilusión actual: la de ser abuelo. Ha tenido la fortuna de ser abuelo por partida doble, prácticamente al mismo tiempo de sus dos hijos. Su nieto y nieta colman su felicidad y todo el tiempo que puede y le necesitan lo disfruta con ellos.
Estas palabras seguramente se queden cortas para agradecer a nuestro estimado Paco por ser y estar. Muchas felicidades querido compañero: te deseo que la vida te siga colmando de muchas alegrías.
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